A nueve kilómetros al norte del Mar Muerto, en la orilla este del río Jordan, Betania de Transjordania es el enclave bíblico más importante del Reino Hachemita de Jordania y acaba de ser declarado el pasado viernes Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Se trata del quinto lugar del país que recibe este reconocimiento después de Petra, Quseir Amra, Um Al Rassas y el desierto de Wadi Rum.
Betania fue el enclave donde se estableció Juan Bautista y donde Jesús fue bautizado. El Señor también oró aquí por primera vez ante Dios y reunió a sus primeros discípulos, informó este lunes la Oficina de Turismo de Jordania en España. Este lugar ha recibido la visita de los tres últimos papas: Juan Pablo II, Benedicto XVI y Francisco.
El área cuenta con restos romanos y bizantinos, incluyendo además restos de cinco iglesias paleocristianas y capillas. Actualmente se celebran bautizos y es un lugar importante de peregrinación cristiana.
A lo largo de la geografía jordana se pueden descubrir numerosos enclaves mencionados en el Antiguo y Nuevo Testamento por lo que no es de extrañar que el país haya fascinado a un sinfín de peregrinos que lo han visitado para seguir los pasos de algunos de los profetas más importantes de la Biblia.
Algunas de las iglesias más antiguas del planeta se encuentran en Jordania, como la sala de oración del siglo II de Betania, la iglesia del siglo IV de Umm Qays y las ruinas del que se cree que es el templo más antiguo del mundo en la ciudad de Áqaba al sur del país. La iglesia bizantina de San Jorge en Mádaba (siglo VI) guarda el mapa mosaico de Tierra Santa más antiguo.