El proyecto Cuba Posible, una iniciativa del Centro Cristiano de Reflexión y Diálogo, entregó el pasado día 30 en la Nunciatura Apostólica de La Habana una carta dirigida al papa Francisco en la cual le piden que, “con motivo de los preparativos y la realización” de su visita a la Isla, “se interese por el proceso de beatificación del padre Félix Varela (1788-1853)”.
“Inspirado en su fe, este digno sacerdote cubano se volvió ejemplo y guía para una generación que, en los inicios del siglo XIX, soñó y proyectó a Cuba como una nación libre, justa y soberana” reza la misiva.
En el escrito, los firmantes destacan la obra social del padre Varela, en especial su labor educativa en Cuba, su trabajo con los huérfanos y su contribución a “un orden social justo”, así como su labor humanitaria con los refugiados irlandeses en los EEUU. “Gracias a esta labor, las generaciones de su época y las posteriores tuvieron un asidero sobre el cual construir la nación, enriquecer ese legado fundador y mantener sus esencias”, señala el documento.
Además, Cuba Posible ve “en la beatificación del padre Félix Varela un acto de justicia que honraría a lo mejor de los cubanos, tanto a los que profesan la fe católica como a aquellos que no la profesan, pero que juntos sienten, como Su Santidad, un compromiso sustantivo con el bienestar del prójimo”.
Félix Varela Morales nació en La Habana el 20 de noviembre de 1788. A la edad de 23 años fue ordenado sacerdote. Su mayor campo de acción fue la enseñanza.
En año 1821, el padre Varela fue elegido representante de la colonia española de Cuba ante las Cortes de Madrid. El sacerdote se embarcó ese mismo año hacia España para defender los derechos y libertades de los cubanos, y no podía sospechar que nunca más regresaría en vida a su tierra natal.
El padre Varela hizo tres propuestas de ley ante las Cortes españolas que le llevarían al exilio. Exigió la abolición de la esclavitud en la Isla, la independencia cubana, y un Gobierno para las provincias de ultramar. Ninguna de las tres fue aprobada.
El sacerdote se vio obligado a instalarse en Nueva York, donde vivió como párroco y vicario episcopal y desde donde continuó su lucha en la defensa de los derechos humanos y libertades de los cubanos.
El colectivo de Cuba Posible dice sentirse heredero “de los intelectuales, estudiantes universitarios y actores sociopolíticos del país que en el año 1912, después de obtenida la independencia, trasladaron sus restos a La Habana” y por esta razón toma la iniciativa de promover la beatificación del padre Félix Varela.
En 2012, el sacerdote cubano fue declarado venerable por el papa Benedicto XVI. En el decreto firmado en el Vaticano el 14 de marzo de ese año, el prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, cardenal Angelo Amato, afirma que “el Siervo de Dios (P. Félix Varela) se alza en el horizonte de la historia de Cuba como una personalidad notable por sus dotes humanas y por sus virtudes cristianas y sacerdotales”.
“Entre sus múltiples actividades no faltó el aspecto cultural, que siempre había caracterizado su personalidad, haciendo traducciones y escribiendo muchos trabajos, tanto en español como en inglés, de carácter filosófico, científico, político y religioso, defendiendo la doctrina católica y reafirmando además la abolición de la esclavitud y la independencia de Cuba”, añade el purpurado italiano.
El cardenal Amato asegura también que el padre Varela “fue un sacerdote ejemplar, celoso de la salvación de las almas, profundamente motivado por una vida de oración y de un ferviente amor a Dios y al prójimo”.