La Iglesia católica de Corea del Sur ha anunciado que colocará una baldosa de piedra en la plaza de Gwanghwamun para conmemorar el primer aniversario de la visita del papa Francisco a este país asiático.
«El área de Gwanghwamun, donde se llevó a cabo la misa de beatificación, es el lugar en el que muchos católicos coreanos fueron asesinados por su fe», recuerdan desde la archidiócesis de Seúl en declaraciones publicadas por la agencia Yonhap. Y añaden que “ahora este lugar se convertirá en otro lugar de peregrinación, que simbolice la libertad y la igualdad».
Según indican desde la archidiócesis, “la placa de piedra conmemorativa será colocada en el extremo norte de la plaza de Gwanghwamun durante una ceremonia presidida, el 23 de agosto, por el cardenal surcoreano Andrew Yeom Soo-jung”. La baldosa, que mide 1,7 metros de ancho por 1 metro de largo, “simbolizará el significado histórico de la visita papal y la beatificación de Paul Yun Ji-chung y sus 123 compañeros”.
Fue san Juan Pablo II quién canonizó a los mártires coreanos de segunda y tercera generación que conocieron los misioneros franceses. El año pasado el Pontífice argentino beatificó a los de la primera generación, quienes no habían sido estudiados porque no había entonces documentación para beatificarlos.
El papa Francisco estuvo de visita en Corea del Sur del 14 al 18 de agosto del año pasado, participando en la VI Jornada de la Juventud Asiática.