El papa Francisco ha expresado este lunes su profundo dolor por la trágica pérdida de vidas y los destrozos causados por el paso de la tormenta tropical Erika en el Caribe.
En un telegrama, firmado por el secretario de Estado, el cardenal Pietro Parolin, y dirigido al obispo de Roseau (en Dominica), Mons. Gabriel Malzaire, el Pontífice envía “sus más sinceras condolencias a los familiares de los fallecidos” y asegura sus oraciones “a quienes están trabajando en las operaciones de rescate y asistencia”.
Al encomendar a los muertos a la misericordia amorosa de Dios, el Santo Padre invoca “las bendiciones de la perseverancia, la esperanza y la paz sobre sus familias afligidas y todos los afectados por esta catástrofe”, informó la Sala de Prensa de la Santa Sede en un comunicado.
La tormenta tropical ha provocado al menos 20 muertos a su paso por el Caribe oriental, aunque por el momento se desconoce el número oficial. Uno de los países más afectados ha sido Dominica, que ha declarado 9 áreas de la isla como zonas de desastre a causa de las lluvias torrenciales.