El mandatario sirio, Bashar al-Asad, se ha reunido este martes por la noche en Moscú con el presidente ruso, Vladimir Putin. Se trata del primer viaje al extranjero de Al Asad desde que comenzó la guerra en 2011. La información sobre esta reunión ha ocupado un lugar destacado en la portada de L’Osservatore Romano.
El objetivo de la visita relámpago del gobernante sirio a la capital rusa ha sido evaluar la marcha de la operación militar contra el terrorismo en el país árabe, ha explicado el Kremlin. Durante el encuentro, Putin ha señalado que a los avances militares debe seguir un proceso político, como base de un arreglo duradero del conflicto.
Rusia ha comenzado a finales del mes pasado una serie de ataques aéreos en Siria contra objetivos del autodenominado Estado Islámico (Daesh, por su acrónimo en árabe) y otros grupos yihadistas que operan en el país.
Las tropas de Damasco han lanzado cinco ofensivas en el norte, oeste y centro de Siria, además de en las zonas cercanas a la capital. Al parecer, se han producido avances reales al norte de la provincia de Homs y al sur de la ciudad de Alepo. Con la ayuda de Moscú, el Gobierno sirio ha conseguido también detener el avance de los milicianos en Latakia, en donde se encuentra el operativo ruso.
Por su parte, la alianza de partidos que apoya al Gobierno iraquí y varias milicias chiíes han reclamado al primer ministro del país, Haider al-Abadi, que solicite a Rusia que inicie una campaña de ataques aéreos contra el Daesh en su territorio.
El propio Al Abadi, el Ejecutivo iraquí y las milicias chiíes han expresado su frustración por el ritmo y la intensidad de los ataques contra los islamistas radicales lanzados por la coalición militar liderada por Estados Unidos y han manifestado su intención de pedir apoyo a las autoridades de Moscú para lograr más avances.
Rusia, Irán, Siria e Irak han formado un grupo de inteligencia con sede en Bagdad para intentar aumentar los esfuerzos para impedir el avance de los fundamentalistas. Esta unidad ya ha compartido datos para los ataques que se realizan en territorio sirio e iraquí.
Según el Pentágono, militares rusos y estadounidenses han alcanzado ayer mismo un acuerdo para evitar incidentes aéreos entre sus respectivos aviones de combate.