Coincidiendo con el inicio de la campaña electoral, el movimiento Comunión y Liberación ha publicado este viernes un manifiesto titulado “La persona, en el centro de la política”. El documento califica la convocatoria electoral del próximo 20 de diciembre como “una ocasión privilegiada para reflexionar sobre las cuestiones más acuciantes que afectan a nuestra sociedad. Normalmente empezamos por un análisis de los problemas y soluciones propuestas. Pocas veces nos paramos a reflexionar sobre nosotros mismos y la forma de estar los unos con los otros”.
El punto de partida del manifiesto es “que en el centro de nuestra convivencia esté la persona (…). La energía de construcción de un país y la calidad de nuestra convivencia están ligadas a la realización personal, que depende de la respuesta a las cuestiones esenciales de la vida: ¿por qué merece la pena vivir?”.
El diagnóstico de esta realidad eclesial es que “nuestro país vive un grado insoportable de dialéctica en niveles diferentes de la convivencia”. Así, propone que “aprendamos de nuestra historia: si queremos reformar la Constitución recuperemos el deseo de convivir abrazando la diferencia. También en política el otro es un bien”.
Para favorecer este cambio de mentalidad que genere una mirada de afecto hacia el que es diferente, “nuestra sociedad necesita realidades intermedias que agrupen a los ciudadanos, en las que la persona se sienta en casa y pueda expresar toda su creatividad. Una cuestión política de primer rango, que atañe a nuestros gobernantes, es la de favorecer la vida de la sociedad civil”. También señala que “es la falta de conciencia de esta sociedad civil, débil y poco apoyada, lo que está dando espacio a un estatalismo creciente, a veces con una fuerte componente ideológica, que se está instalando en nuestro país”. Comunión y Liberación valora la aparición de nuevos partidos políticos en España y espera que “contribuyan a una cultura de diálogo y acuerdos”.
El movimiento destaca especialmente la importancia de la educación, pues “ahí están las cifras de fracaso escolar que nos ponen a la cola de los países europeos” e insiste en que “una educación a la altura de nuestra necesidad exige de todos un amor real a la libertad de educación”. El manifiesto afirma que “no es el Estado el que educa, ni debe imponer una determinada visión de la realidad a través del partido que gobierna”.
Tras una amplia referencia a la encíclica Laudato si’ del papa Francisco, CL considera que “no podemos seguir mirando para otro lado, olvidando que nuestro estilo de vida, nos sintamos o no responsables, conlleva injusticia social y daño a la naturaleza”.
Por último, afirma que “la primera política, por tanto, es vivir”. “Nuestro país necesita políticos y gobernantes que favorezcan que la sociedad sea lugar de comunicación libre de experiencias”, concluye el documento.