La Conferencia Episcopal Argentina (CEA) difundió este martes un comunicado en el que alerta sobre el «aumento del narcotráfico, que siembra dolor y muerte». Los obispos pidieron una reacción de toda la sociedad y respuestas que no sean lineales, ni ineficaces.
«El incremento del mercado y del consumo de drogas demuestra que vivimos en un mundo sin esperanza, carente de propuestas humanas y espirituales vigorosas», dijeron, citando las palabras de san Juan Pablo II.
Los prelados acusaron al Estado por su falta de acción para combatir el mercado de la droga. «Lamentablemente ya se encuentra arraigado en nuestro país; su presencia y difusión es incomprensible sin la complicidad del poder en sus diversas formas», sostuvieron en el documento.
«Es doloroso constatar que, además, las drogas, signos de muerte, se producen en la Argentina. El crimen organizado se enriquece también de otras formas de esclavitud, tales como la trata de personas, el tráfico de armas, el tráfico y venta de órganos, el trabajo infantil», lamentaron.
Bajo el nombre «No al narcotráfico, sí a la vida plena», los obispos llamaron a reforzar las fuerzas de seguridad que luchan contra este negocio ilegal, pero recalcaron que la «guerra contra las drogas está perdida» si no se acomete una «profunda transformación cultural».
«Esta globalización de la indiferencia, que genera una cultura individualista centrada en el consumo es la que da el marco propicio para la expansión de las redes del narcotráfico», alertaron.
Por último, advirtieron de que el vendedor de droga se ha convertido en un referente social en algunas zonas periféricas, en algunos barrios y villas, por lo que, en su opinión, «se consagra el triunfo de quien con poco esfuerzo consigue mucho y está al margen de la ley».