El presidente de Bolivia, Evo Morales, visitó este martes al cardenal Julio Terrazas durante 15 minutos, pero no pudieron conversar porque el purpurado ya no puede comunicarse y su estado se ha agravado. Los médicos expresaron hace unos días que se encontraba en una situación terminal y restringieron las visitas.
En medio de estrictas medidas de seguridad, Morales llegó a la casa del cardenal Terrazas, ubicada en la ciudad boliviana de Santa Cruz, donde el religioso está hace varios días con la salud deteriorada debido a una infección pulmonar, desnutrición, problemas renales y diabetes.
El mandatario, que fue acompañado por el ministro Hugo Siles, se retiró de la residencia sin emitir ninguna declaración a los medios de comunicación que lo esperaban en las afueras de la vivienda.
El médico de cabecera del purpurado, Herland Vaca Diez, expresó a la prensa local que a la familia se le ha explicado que los «momentos más extremos y difíciles se estaban aproximando» y que se busca que el cardenal boliviano «no sienta ningún dolor y ninguna fatiga y que descanse como está haciendo ahora».
En las pasadas horas, el papa Francisco envió una carta al arzobispo emérito de Santa Cruz, de 79 años, en la que dice estar conmovido por su enfermedad y que lo acompaña con «plegarias al Todopoderoso».
Durante su visita a Bolivia en julio pasado, el Santo Padre visitó en una clínica al cardenal Terrazas cuando estaba internado por dolencias que le impidieron participar en los actos de la visita del Pontífice. Francisco se hospedó en la casa del purpurado en Santa Cruz durante los tres días que duró su viaje apostólico a Bolivia.