El Papa en Santa Marta: ‘Dios está enamorado de nuestra pequeñez’
En la homilía de este jueves, Francisco invitó a los presentes a dejarse acariciar por la misericordia de Dios
Dios está enamorado de nuestra pequeñez, su misericordia no tiene fin. Esta es la idea que subrayó este jueves el papa Francisco en la misa de la mañana, que celebró en la capilla de la Casa Santa Marta, en la que también participaron los cardenales del Consejo de los Nueve, que hoy comenzaron su 12ª Reunión de trabajo con el Santo Padre.
En su homilía, el Pontífice señaló que la misericordia es como una caricia, como el abrazo de un padre que da consuelo y seguridad a su hijo. “El Señor es misericordioso y grande en el amor”, dijo.
El papa Francisco desarrolló su reflexión partiendo de la primera Lectura, tomada del libro de Isaías, donde en un monólogo del Señor se comprende que Dios ha elegido a su pueblo “no porque fuera grande o poderoso”, sino “porque era el más pequeño de todos, el más miserable de todos”.
Dios –prosiguió el Santo Padre– “se ha enamorado de esta miseria, se ha enamorado precisamente de esta pequeñez”. Y en este monólogo de Dios con su pueblo, insistió, “se ve este amor”, un “amor tierno, un amor como el del padre o la madre”, cuando habla con el niño que “se despierta de noche asustado por un sueño”. Y lo tranquiliza: “Yo te tomo la mano derecha, quédate tranquilo, no temas”:
“Todos nosotros conocemos las caricias de los padres y de las madres, cuando los niños están inquietos por el susto: ‘No temas, yo estoy aquí; Yo estoy enamorado de tu pequeñez; me he enamorado de tu pequeñez, de tu nada’. E incluso: ‘No tengas miedo de tus pecados, yo te quiero tanto; yo estoy aquí para perdonarte’. Esta es la misericordia de Dios”.
El Pontífice recordó también a un santo que hacía muchas penitencias, al que el Señor le pedía cada vez más hasta que éste le dijo que ya no tenía nada más para darle y a quien Dios le respondió: “Dame tus pecados”.
“El Señor quiere tomar sobre sí nuestras debilidades, nuestros pecados, nuestros cansancios. Jesús cuántas veces hacía sentir esto y después: ‘Vengan a mí, todos los que están fatigados, agobiados, y yo les daré descanso. Yo soy el Señor tu Dios, que te tengo por la derecha, no temas pequeño, no temas. Yo te daré fuerza. Dame todo y yo te perdonaré, te daré paz”.
Estas son “las caricias de Dios”, explicó Francisco, son las caricias de nuestro Padre, cuando se expresa con su misericordia”.
“Nosotros que estamos tan nerviosos, cuando una cosa no va bien, nos agitamos, estamos impacientes… En cambio Él: ‘Quédate tranquilo, hiciste algo gordo, sí, pero quédate tranquilo; no temas, yo te perdono. Dámela’. Esto es lo que significa lo que hemos repetido en el Salmo: ‘El Señor es misericordioso y grande en el amor’. Nosotros somos pequeños. Él nos ha dado todo. Nos pide solo nuestras miserias, nuestras pequeñeces, nuestros pecados, para abrazarnos, para acariciarnos”.
“Pidamos al Señor –concluyó el Papa– que despierte en cada uno de nosotros, y en todo el pueblo, la fe en esta paternidad, en esta misericordia, en su corazón. Y que esta fe en su paternidad y su misericordia nos haga un poco más misericordiosos con los demás”.
Nuevo documento del Vaticano profundiza sobre
la dimensión teológica del diálogo judío-católico
Cincuenta años después de la declaración conciliar, Nostra Aetate, se subrayan las óptimas relaciones fraternas si bien se indican las dificultades y avances en materia teológica
Un nuevo documento sobre las relaciones del cristianismo con el judaísmo ha sido presentado este jueves en la Sala de prensa de la Santa Sede que el director de la oficina de prensa del Vaticano, padre Federico Lombardi calificó de “particularmente importante”.
El nombre del documento es: “Por qué los dones y el llamado de Dios son irrevocables. Reflexiones sobre temas teológicos sobre las relaciones católico-judías en ocasión del 50 aniversario de Nostra Aetate”, y ha sido presentado por el cardenal Kurt Koch, presidente de la Comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo.
Participaron también en la presentación, el secretario de dicha comisión, el padre Norbert Hofmann, S.D.B.; el rabino David Rosen, director del International Director of Interreligious Affairs, American Jewish Committee (AJC), Jerusalem (Israel); y el director y fundador del británico Woolf Institute, Cambridge.
El documento en sus siete puntos, indicó el purpurado, “no da definiciones doctrinales definitivas”, y “ni es un documento oficial del Magisterio de la Iglesia, sino un documento de estudio de nuestra Comisión, que intenta profundizar la dimensión teológica del diálogo judío-católico”.
Recordó también que otros tres documentos fueron publicados después de Nostra Aetate: en 1974, “Orientaciones y sugerencias para la aplicación de la declaración Conciliar Nostra Aetate; en 1985, “Sobre una correcta presentación de los judíos y del judaísmo en la predicación en la catequesis de la Iglesia católica”; y en 1998, “Nosotros recordamos, una reflexión sobre la Shoah”.
El documento en su primera sección, expone la historia del diálogo judío-católico en los últimos cincuenta años. “De la contraposición de una vez se ha pasado a una positiva colaboración”.
En la segunda sección reitera un concepto ya conocido: el cristianismo deriva del judaísmo. “La diferencia de fondo entretanto del hebraísmo y del cristianismo consiste en el modo en el cual se considera que es necesario evaluar la figura de Jesús. Los judíos pueden ver a Jesús como un perteneciente a su pueblo, un maestro. Los judíos pueden ver a Jesús como un maestro judío que predicaba el reino de Dios. El hecho que el Reino de Dios haya venido con él como representante de Dios está fuera del horizonte hebraico de la espera mesiánica”. Por lo tanto el diálogo judío-cristiano más que interreligioso debería llamarse intrareligioso, o intrafamiliar.
En la tercera sección se aborda la revelación en la historia como ‘Palabra de Dios’, que los judíos identifican en la Torah; y para los cristianos ésta se encarna en Jesucristo.
La cuarta sección trata la relación entre el Antiguo y Nuevo Testamento, entre la Antigua y Nueva Alianza. Porque el Antiguo testamento es parte integrante de la única Biblia cristiana, que da un sentido de pertenencia y relación entre judaísmo y cristianismo.
“Ciertamente -prosiguió el cardenal- los cristianos interpretan las escrituras del Antiguo Testamento de manera diferente de los judíos, porque el evento de Cristo representa para ellos la nueva llave de interpretación para entenderlos”.
En la quinta sección entra un tema espinoso: cómo los judíos son salvados si no creen explícitamente en Jesús como Mesías de Israel e Hijo de Dios. “El hecho de que los judíos tengan parte en la salvación de Dios es teológicamente fuera de discusión, pero cómo sea posible sin una confesión explícita de Cristo queda un misterio divino e insondable”, indicó el purpurado.
La sexta sección, trata sobre la actitud de los cristianos por lo que se refiere a la evangelización hacia los judíos, señaló el presidente de la Comisión para las relaciones religiosas con el judaísmo, precisando que “la Iglesia católica no conduce ni anima ninguna misión institucional específica dirigida a los judíos” si bien “los cristianos están llamados a dar testimonio de su fe en Jesucristo también delante de los judíos” pero “con humildad y sensibilidad, reconociendo que los judíos son portadores de la palabra de
Dios y teniendo presente la gran tragedia de la Shoah”.
En la séptima sección, desde el punto de vista católico se indican los objetivos de éste diálogo “que nunca fueron expresados en un documento de manera tan explícita”. El principal objetivo es conocerse y apreciarse, si bien está la colaboración en el campo de la exégesis; en el empeño común a favor de la justicia y de la paz; en el cuidado de la creación; en la reconciliación en todo el mundo. Y también concretizarse en la esfera social: “porque sea la ética judía que la cristiana comprenden el imperativo de asistir a los pobres, a los débiles y a los enfermos”.
Y en la formación de las nueva generaciones, pone como objetivo “la lucha común contra toda manifestación de discriminación racial hacia los judíos y toda forma de antisemitismo”.
“Con esta nueva panorámica –concluyó el cardenal Koch– el diálogo con el hebraísmo después de cincuenta años se apoya ahora sobre un sólido terreno, porque mucho ha sido realizado en este arco de tiempo”.
Respondiendo a las preguntas, el cardenal indicó que la beatificación de Pio XII es algo interno de la Iglesia católica, y el papa Francisco está muy de acuerdo con abrir los archivos sobre ese período histórico.
El padre Hofmann, por su parte, reiteró que este largo trabajo que hoy está maduro es un texto católico desde la perspectiva católica así como espera que hagan los amigos judíos.
Francisco manifiesta su pesar por la muerte
de los cardenales Furno y Terrazas
En dos telegramas, el Santo Padre recordó la labor de los purpurados al servicio del Evangelio
El papa Francisco ha enviado este jueves sendos telegramas de pésame al cardenal Angelo Sodano, decano delColegio Cardenalicio, y a monseñor Sergio Alfredo Gualberti Calandrina, arzobispo de Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), por el fallecimiento el pasado 9 de diciembre del cardenal Carlo Furno, a los 91 años de edad, y del cardenal Julio Terrazas Sandoval, a los 79 años, informó la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
En el telegrama al cardenal Sodano, el Santo Padre manifiesta su vivo pesar al Colegio Cardenalicio y recuerda la preciosa colaboración que el cardenal Furno prestó durante tantos años a la Santa Sede, especialmente como nuncio apostólico, arcipreste de la basílica papal de Santa María la Mayor y Gran Maestro de la Orden Ecuestre del Santo Sepulcro de Jerusalén. El Pontífice pide al Señor que, a través de la intercesión de María Salus Populi Romani, acoja al purpurado en su paz eterna.
En el telegrama al arzobispo Gualberti, el papa Francisco une sus oraciones a las de los pastores, el clero y los fieles de Santa Cruz de la Sierra para que el Señor conceda su luz y su paz al cardenal Terrazas que “con la luz de la fe y la fuerza de la esperanza se mantuvo fiel al ministerio recibido y con generosidad y valentía entregó su vida al servicio del Evangelio, la justicia y la paz” y, en estos momentos de inevitable dolor humano, que el misterio cercano de la venida del Señor llena de esperanza, invoca la maternal intercesión de la Virgen María.
Bolivia: Fallece el cardenal Julio Terrazas
Este viernes serán las honras fúnebres en la catedral de Santa Cruz del primer purpurado boliviano
El cardenal Julio Terrazas Sandoval, de 79 años, falleció esta madrugada debido a una infección pulmonar. El arzobispo de Santa Cruz, monseñor Sergio Gualberti, anunció al pueblo fiel boliviano la partida de su antecesor. “El cardenal Terrazas nos ha dejado. Les invito a unirse en el silencio para orar al Señor que lo reciba como siervo”, dijo el prelado. El viernes serán las honras fúnebres en la catedral.
El purpurado murió en su casa en Santa Cruz de la Sierra, donde pasó los últimos días de agonía, a causa de una infección pulmonar agravada por las complicaciones derivadas de la diabetes y problemas renales, según informó su médico Herland Vaca Díez.
Monseñor Julio Terrazas fue el primer cardenal de nacionalidad boliviana y el segundo en la historia de su país, después del religioso alemán Clemente Maurer, naturalizado boliviano, que falleció en 1990.
La labor pastoral del purpurado, que gozaba de una gran amistad con el papa Francisco forjada en las reuniones del Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), se caracterizó por el servicio a los pobres y desamparados y la denuncia valiente de la injusticia en la sociedad boliviana.
En las pasadas horas, el Santo Padre envió una carta al arzobispo emérito de Santa Cruz en la que aseguraba estar conmovido por su enfermedad y que lo acompañaba con “plegarias al Todopoderoso”.
Durante su visita a Bolivia en julio pasado, el Pontífice visitó en una clínica al cardenal Terrazas cuando estaba internado por dolencias que le impidieron participar en los actos de la visita papal. Francisco se hospedó en la casa del purpurado en Santa Cruz durante los tres días que duró su viaje apostólico a Bolivia.
Paraguay: dos millones de fieles
en la fiesta de le Virgen de Caacupé
Abre la Puerta Santa de la basílica de la patrona del país, Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé
Casi dos millones de fieles, según las estimaciones de la policía, se reunieron entre el lunes 7 y el martes 8 de diciembre en torno a la basílica de Nuestra Señora de los Milagros de Caacupé, patrona de Paraguay, a unos 50 kilómetros al este de Asunción, informó la agencia FIDES.
Durante el evento, informaron los medios locales, la basílica de Caacupé abrió su Puerta Santa. Lo hizo el obispo de la diócesis, monseñor Claudio Giménez al concluir la misa central de la Solemnidad de la Virgen de los Milagros. Acompañaron de cerca la apertura de la Puerta Santa el nuncio apostólico Eliseo Antonio Ariotti y el arzobispo de Asunción, Edmundo Valenzuela
La misa fue presidida por Mons. Giménez Medina, en presencia del presidente del Paraguay, Horacio Cartes, acompañado por sus colaboradores. El obispo de la diócesis en su homilía invitó a aprovechar este tiempo para promover las obras de misericordia corporales, como dar de comer al hambriento, de beber al sediento, vestir al desnudo, recibir al forastero, asistir a los enfermos y visitar a los presos. Sin olvidar las obras de misericordia espirituales como perdonar las ofensas, consolar al triste, corregir al que se equivoca, enseñar al que no sabe, dar consejo al que lo necesita.
Condenó también la corrupción, la violencia armada en el norte, los ataques contra las mujeres y el aborto. Además de las “palabrerías políticas” y subrayó “el rechazo del pueblo hacia la violencia armada” así como «la violencia doméstica y la violencia contra las mujeres, que va contra la misericordia”.
Los peregrinos llegaron a pie, de rodillas, llevando cruces consigo, o a caballo, o en carretas con bueyes, para manifestar su devoción a la Virgen. Este año por primera vez participó también la asociación de ciclistas, con varios cientos de miembros, e incluso un grupo de Hernandarias, de la frontera con Brasil, que realizó un viaje de dos días recorriendo 300 km.
Misionera argentina en Alepo: ‘Lo que sucedió en París sucede todos los días en Siria’
AIN lanza su campaña de Navidad para apoyar a los refugidos y desplazados
La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (AIN) ha lanzado este jueves su tradicional campaña de Navidad –la más importante del año– con la que pide la colaboración de todos los españoles para apoyar a los millones de refugiados y desplazados que han tenido que ab
andonar sus casas en diferentes lugares. El propósito de esta recogida de fondos es ayudar a las Iglesias locales que trabajan con los refugiados y desplazados en sus países de origen.
Según ACNUR, cerca de 60 millones de personas han tenido que abandonar su hogar en el último año. De ellos, el 51 por ciento son niños. Así, 42.500 personas huyen cada día de sus casas, cifras nunca vistas desde la Segunda Guerra Mundial. Aunque en Europa estamos empezando a visualizar esta emergencia humanitaria, es solo la punta del iceberg. Por cada refugiado que llega al continente europeo, hay 100 desplazados en sus países o regiones de origen, según ha explicado la portavoz de AIN, Raquel Martín, durante la presentación de la iniciativa. Ante esta situación, la ayuda a refugiados y desplazados canalizada por la Fundación se ha multiplicado por 18 en los últimos diez años, pasando de 600 mil euros en 2005 a más de 11 millones de euros en 2015.
La guerra de Siria ha sido la que mayor número de desplazados internos ha provocado en todo el mundo, 7,6 millones, a los que se suman cerca de 4 millones más de refugiados. En proporción, Líbano es el que está acogiendo a un mayor número de ellos, ya que en este país limítrofe con Siria uno de cada tres habitantes es refugiado. Tras cuatro años en Alepo, en medio del conflicto armado, la hermana María de Guadalupe Rodrigo, SSVM, se ha desplazado a España para compartir las experiencias vividas en suelo sirio.
En el acto de presentación de “Una Iglesia de campaña. Con los refugiados en origen”, la religiosa argentina ha afirmado que “hay muchísimo desconocimiento en Occidente sobre lo que está ocurriendo en Siria”, donde millones de personas se ven obligadas a dejar sus casas para no ser asesinadas. “Ayudemos a que no tengan que irse de su tierra. Ayudemos a la paz. Es lo fundamental”, ha subrayado.
Así, la hermana Guadalupe ha señalado que “los cristianos sirios son los mártires de nuestro tiempo”, aunque su llamada de auxilio “no está siendo escuchada” en Europa. Este hecho supone un grave riesgo –ha advertido–, porque “la desaparición del cristianismo en Oriente Medio sería un suicidio para el cristianismo en Occidente”. Pero “la Iglesia se quedará hasta el final, será la última en marcharse y cerrar la puerta a esta desgracia”; “la Iglesia estará allí con ellos hasta que quede el último cristiano”, ha insistido.
Rememorando lo sucedido, la misionera de la Familia Religiosa del Verbo Encarnado ha relatado que “los rebeldes llegaron a Alepo en 2011. Tomaron un barrio a las afueras de la ciudad el Viernes Santo a las tres de la madrugada e inmediatamente dieron aviso de que los cristianos tenían un plazo de dos horas para abandonar sus casas”. “Muchos de ellos tuvieron que huir en medio de la noche con lo puesto. Pasado el plazo de dos horas, los rebeldes entraron casa por casa decapitando a todos los que se habían quedado y no se convertían al islam”, ha apuntado.
“En estos cuatro años no recuerdo ni un solo día de silencio en Alepo, no han dejado de escucharse disparos, explosiones y bombardeos”, ha proseguido. Ante la amenaza yihadista, los cristianos huyen de barrio en barrio y duermen donde pueden. Hasta el punto de que las escuelas, las parroquias o las propias comunidades religiosas se han convertido en un refugio improvisado por las noches, ha dicho. Todo esto pasa en una ciudad en la que la gente sale a comprar el pan o los niños cruzan la puerta de su casa para ir al colegio y se despiden de sus familiares porque no saben si volverán con vida, ha reconocido. “Lo que ocurrió en París hay que condenarlo, pero ¿qué pasa con nuestros cristianos de Oriente Medio? Lo que sucedió en París sucede todos los días en Siria”, ha lamentado. “Estas personas no quieren dejar sus casas para venir a Europa. Lo que quieren y necesitan es vivir en paz”, ha reiterado.
Recogiendo el llamamiento del papa Francisco, la hermana Guadalupe ha pedido que se frene la venta ilegal de armas –que siempre llegan a manos de los fundamentalistas– o que se deje de comprar petróleo en el mercado negro. Asimismo, ha apelado a la responsabilidad de Occidente y ha rechazado las “intervenciones externas unilaterales”.
Milicias islámicas liberaran a 25 rehenes cristianos del valle de Khabur
Formaban parte de un grupo de rehenes capturados a inicios del presente año
Yihadistas afiliados al auto-proclamado Estado Islámico (Daesh) han liberado este miércoles, 9 de diciembre, a otros 25 cristianos asirios, que formaban parte del grupo de rehenes capturados el 23 de febrero, cuando las milicias realizaron una ofensiva contra los pueblos, predominantemente cristianos asirios, esparcidos a lo largo del valle del río Khabur, en la provincia nororiental de Hassake, en Siria. Lo informó hoy la agencia de noticias FIDES citando fuentes locales.
Según cuanto informan fuentes locales, y que también ha lanzado la agencia Assyrian International News Agengy (Aina), el grupo de rehenes liberados incluye hombres, chicos y dos niños menores de diez años, que tras ser puestos en libertad han llegado a la ciudad de Tamar, todos con discretas condiciones de salud.
Los cristianos asirios del valle de Khabur tomados como rehenes por los yihadistas en febrero eran más de 250. Desde entonces han liberado a varios grupos de presos. La última vez, el pasado 24 de noviembre, cuando 10 cristianos asirios de Khabur fueron puestos en libertad por el Daesh. En ese momento, los rehenes de ese grupo que aún permanecen en manos de los yihadistas del Estado Islámico son aproximadamente 130.
A principios de octubre, en las páginas web yihadistas se lanzó un vídeo de la ejecución de tres cristianos asirios del valle del Khabur. Las imágenes, grabadas según los rituales macabros seguidos en otros casos similares por la propaganda yihadista, advertían de que las ejecuciones de los demás rehenes continuarían hasta que se pagase la suma exigida como rescate por su liberación.
Un sí que cambió la vida de los hombres
Carta pastoral del arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro. ‘Cuando Dios entra en la vida del ser humano, como en el caso de María, la vida se pone en dirección hacia los demás’
El título de la carta pastoral del arzobispo de Madrid, Mons. Carlos Osoro Sierra, para esta semana es “Un sí que cambió la vida de los hombres”. A continuación, publicamos el texto íntegro de la misma:
Es imposible entrar en el alma y dar entrañas a esta humanidad, que siempre ha buscado plenitud en todas las culturas y en todos los pueblos, si la alejamos de ver la presencia en nuestra vida y en nuestro corazón de ese ser humano irrepetible que dejó ocupar toda su vida por Dios: María, la Inmaculada Concepción. Fue un mujer excepcional, un ser humano único e irrepetible, la elegida por Dios para darse a conocer en cercanía y encuentro, con la ternura de quien, siendo todo y habiéndolo creado todo, quiere abrazar a los hombres haciéndose hombre. Dios tomó rostro humano para hacernos ver quiénes somos nosotros y quién es en verdad Él. Y lo hizo tomando carne en las entrañas de la Virgen María, la Inmaculada Concepción. Alejarnos de esta mujer es no entender el sentido que tiene esta historia que hacemos los hombres, ni el rostro que tiene que tener el ser humano para construir un mundo en el que todos tengan su sitio, nadie sea descartado, todos alcancen la dignidad que Dios mismo puso en cada ser humano.
¡Que conmoción se provoca en nuestra vida y en nuestra historia cuando la observamos, la contemplamos y la descubrimos junto a Santa María, la Inmaculada Concepción! En María vemos cómo Dios siempre llama al ser humano para entregar vida y ponerse al servicio de los demás, pero desde el diseño que Él hizo del ho
mbre: somos imágenes de Dios y, por tanto, junto a los demás nos situamos y los vemos como imágenes de Dios, que no podemos estropear ni utilizar, ni servirnos de ellas, sino estar a su lado como si de Dios mismo se tratase. ¡Ved a María! En la Inmaculada Concepción, la llamada, la respuesta inmediata sin intereses personales y el encuentro con Dios y con los otros van siempre unidos.
Os invito a que hagáis conmigo la misma experiencia de la Virgen María: «Se levantó María y se fue con prontitud a la región montañosa, a una ciudad de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel». Se levantó porque previamente había invadido su vida Dios mismo; Ella había consentido esta invasión de la fuerza y de la gracia de Dios. Cuando Dios entra en la vida del ser humano, como en el caso de María, la vida se pone en dirección hacia los demás. No importan las dificultades que tengamos que sortear para llegar a los demás. Cuando Dios entra se va sin más a los demás. Y se va con todas las consecuencias y a contracorriente. Así es en María. Es la respuesta a la pregunta que Dios nos hace siempre a los hombres: «¿Dónde estás?» o a esa otra que también es importante: «¿Qué es lo que has hecho?». La respuesta de María es clara: estoy ocupada por Dios, vivo para Dios, «hágase en mí según tu palabra». Y vivo así para que todos los hombres vean que, desear hacerse uno como Dios mismo, es la perdición de cada uno y de todos. Es perder la dignidad. Solo Dios nos hace ver que Él pone en el centro de todo lo creado al hombre y todo lo pone a su servicio. Apartar a Dios de nuestra vida es comenzar a hacer descartes, injusticias, castas, reduccionismos, robos reales de aspectos esenciales que configuran la dignidad del ser humano.
La Inmaculada Concepción hace una propuesta de vida para los hombres en todos los momentos y en todas las circunstancias. En estos momentos que vive la humanidad –de inseguridad, de búsqueda de fundamentos, de desprecio por la vida, de robo de derechos fundamentales, de un intento de desarrollo de la persona y de la vida sin planos constituyentes, sino con planos y planes que los hombres vamos haciendo según las circunstancias y según nuestros pareceres–, qué importante es contemplar y atreverse a describir el itinerario del ser humano más excepcional que ha existido. Hoy, como sucesor de aquellos Doce con los que comenzó el anuncio del Evangelio, en pleno siglo XXI, cuando el ser humano ha realizado tantas conquistas, quiero deciros a todos que salgamos con prontitud y atravesemos esta historia y todas las situaciones que viven los hombres como María, llevando a Dios en nosotros. Os aseguro que es la aventura más bella y que además entrega Belleza; cambiamos la vida de los demás, les alcanzamos situaciones nuevas que nacen de la verdad, de la libertad y de la justicia que Dios entrega. No os hago una propuesta evasiva de la realidad, todo lo contrario, pues meter a Dios en nuestra vida y en la historia de los hombres es acometer la aventura de la vida y la construcción de la historia de una manera radicalmente nueva, donde priman los intereses de la persona sobre todas las demás cosas y donde quien más necesita está en primer lugar y ello sencillamente por ser imagen de Dios y no por cuestiones de grupos, ideas o proyectos humanos. Es el proyecto de Dios el que hay que llevar a cabo; un proyecto lleno de vida, que busca siempre el desarrollo de la persona en su totalidad y el desarrollo de todos.
La novedad y la fuerza que trae al mundo y a la historia quien vive de la vida de Dios y la lleva en su propia vida es de tal calado que se descubre al que da presente y futuro a todo. Mirad cuando llega María llena de Dios al lado de Isabel. ¿Qué sucede? Algo inaudito: un niño que no había nacido aún, salta de gozo en el vientre de aquella mujer anciana sin porvenir humano de presente y de futuro. Porque Dios cambia todo. Nada es imposible para Él. Todos estamos empeñados en cambiar las cosas, las situaciones, el presente y el futuro, pero ¿cómo lo hacemos? El cambio radical que realmente necesitamos vendrá cuando los hombres y las mujeres de este mundo estemos dispuestos a dejar que el Otro por excelencia, que es Dios mismo, entre en nosotros y vivamos con la fuerza de su gracia, su entrega, su abrazo a los hombres, su misericordia, y con su amor.
Para lograrlo, para vivir en esta tierra como María, os propongo este itinerario que nace de la contemplación de su vida:
1) Vivamos conscientes como María de la entrada de Dios en la historia y en nuestra vida: «¡Feliz la que ha creído que se cumplirían las cosas que le fueron dichas de parte del Señor!». Ante el don de la fe que se nos regala. La fe no distancia de la vida, todo lo contrario, nos hace encontrarnos con todos y sin evadirnos de los problemas y las situaciones de un modo absolutamente nuevo, con la fuerza, la gracia y la luz de Dios.
2) Vivamos la fe como María en medio del mundo, haciéndola explícita públicamente: nuestra cultura necesita de hombres y mujeres de fe vivida con explicitud, sin reduccionismos. El centro de la vida cristiana es Cristo. No se trata de defender unos simples valores, sino de mostrar una presencia verdadera, a Cristo.
3) Vivamos como María a Jesucristo como centro de la vida y de la historia: toda su vida la puso y la expuso para dar rostro a Dios. ¿Por qué insisto en la persona de Jesucristo una y otra vez? Una auténtica libertad solo es posible desde la Verdad. Y esta es Jesucristo. La Verdad tiene un carácter regenerador. Jamás podrá haber verdadera regeneración de la cultura, la sociedad, la política, la economía o la paz, si no se lleva a cabo con la Verdad.
Con gran afecto, os bendice, + Carlos, arzobispo de Madrid
Santa Maravillas de Jesús – 11 de diciembre
«Esta fundadora carmelita, que se abrazó gozosamente a la cruz, tuvo como modelos a otros dos excelsos miembros de la Orden: Teresa de Jesús y Juan de la Cruz. Su afán no fue otro que cumplir la voluntad de Dios a cada instante»
Por su reciedumbre personal, espiritual y apostólica se han apreciado en María de las Maravillas de Jesús Pidal y Chico de Guzmán rasgos que también caracterizaron a la gran santa castellana, su fundadora y maestra, Teresa de Jesús. Embebida en el amor a Dios y al prójimo tuvo siempre claro que siendo fugaz la existencia, lo único que cabe es pensar en la otra: «procurar agradar a Dios nuestro Señor y el juicio suyo; lo que únicamente vale es lo que seamos delante de nuestro Dios».
Nació en Madrid, España, el 4 de noviembre de 1891. Pertenecía a una familia aristocrática muy religiosa. Era la cuarta y última hija de los marqueses de Pidal. Su padre fue sucesivamente ministro de Fomento y embajador de España ante la Santa Sede; había actuado a favor de la Iglesia distinguiéndose por sus iniciativas apostólicas. Y su madre, igualmente comprometida eclesialmente, estaba emparentada con la más alta nobleza, de modo que Maravillas recibió una excelente educación. Pertrechada en la fe y finura espiritual que se respiraba en su hogar, dio ejemplo de caridad tratando de paliar las graves carencias de gente que no tenía medios económicos.
Sus modelos de vida eran dos grandes santos: Teresa de Jesús y Juan de la Cruz, figuras señeras de la Orden carmelita. Con la determinación a seguir sus pasos, sintiéndose profundamente conmovida por el amor de Jesucristo y alentada por su devoción a María, a los 21 años consagró su castidad en la intimidad. Más tarde, el 12 de octubre de 1919 ingresó en el convento carmelita de El Escorial; profesó en 1921. De su impronta apostólica –que emanó del sagrario, ante el que oraba sin imponerse límite alguno–, surgió la fundación del Carmelo en el Cerro de los Ángeles, lugar emblemático y punto neurálgico del territorio español. Allí se había erigido el monumento en honor del Sagrado Corazón de Jesús, y
España fue consagrada a él por el monarca Alfonso XIII el 30 de mayo de ese año.
Para iniciar su obra, la santa contaba con la aprobación del prelado de Madrid-Alcalá. Con objeto de ocuparse de los preparativos, se instaló en Getafe junto a otras religiosas. En 1926 tuvo lugar la apertura del convento, y ella fue elegida priora de la comunidad. Rápidamente fueron bendecidas con numerosas vocaciones en las que entrevió un signo para continuar extendiendo el Carmelo. Pero en 1936 estalló la Guerra Civil, y la comunidad padeció numerosos sobresaltos.
Sin temer a la muerte, en un rasgo de generosidad y valentía que brotaba de su fe, se había ofrecido heroicamente a Pío XI para defender la imagen del Sagrado Corazón en el caso de que se atentase contra ella. El pontífice aceptó su propuesta, pero las monjas fueron detenidas y conducidas a Getafe. Luego, tras un año largo de grandes zozobras soportadas en un piso madrileño, se vieron obligadas a abandonar Madrid. En su recorrido llegaron a Lourdes y de allí al territorio salmantino en 1937. El bellísimo paraje de las Batuecas, entonces apartado e inhóspito, fue su morada hasta que en 1939 regresaron al Cerro de los Ángeles, debiendo restaurar la que había sido su casa antes de la contienda. A lo largo de ese convulso periodo Maravillas había dado testimonio de templanza y fortaleza, infundiendo confianza y alegría en su derredor. Asentadas otra vez en el convento, brotaron abundantemente las vocaciones y con ellas la anhelada expansión apostólica que se hizo notar en varias provincias españolas y en la India con la apertura de nuevas fundaciones, diez en total, emprendidas por esta santa carmelita.
Espiritualmente fue una ejemplar asceta y es considerada una gran mística. Al igual que el elenco de los egregios hombres y mujeres que componen el santoral, la Madre Maravillas vivió heroicamente las virtudes. Se caracterizó por su austeridad. Se abrazo felizmente a la pobreza contribuyendo con su trabajo al sostenimiento de la comunidad. Con los medios económicos que poseía, entre otras acciones propició la creación de casas para personas sin recursos, una iglesia y un colegio, costeó estudios a seminaristas, puso en marcha una fundación destinada a religiosas enfermas, adquiriendo también una vivienda para su alojamiento en el caso que fuera preciso, etc. Muchas de estas iniciativas las impulsó dentro de la clausura del convento salmantino de la Aldehuela, donde murió. A ella se debe la existencia de la «Asociación de Santa Teresa» que aglutina a los conventos que fundó.
Amable, discreta, paciente, confiada, dadora de paz, vivía lejos de sí, entregada a la oración y a la penitencia. Ejercitaba la caridad con todos, preocupándose por la más mínima de sus necesidades. Gran apóstol, solía decir: «Me abraso en deseos de que las almas vayan a Dios». La conciencia de su pequeñez, que le hacía considerarse «una nada pecadora», da cuenta de su afán por la unión plena con Dios: «No quiero la vida más que para imitar lo más posible la de Cristo». Hasta el fin, como hizo en el proceso de su enfermedad, quiso cumplir la voluntad divina. Siempre había dicho a sus hijas: «Lo que Dios quiera, como Dios quiera, cuando Dios quiera». Falleció mientras manifestaba: «¡Qué felicidad morir carmelita!», el 11 de diciembre de 1974. Fue beatificada por Juan Pablo II el 10 de mayo de 1998, y canonizada por él, el 4 de mayo de 2003.