Los obispos de América celebran su XXXVIII encuentro en el Centro Betania de la ciudad estadounidense de Tampa, del 22 al 25 de febrero. En la reunión en Florida, participan los principales representantes de las conferencias episcopales de los Estados Unidos (USCCB), de Canadá (CECC) y de Latinoamérica (CELAM). El tema central de esta sesión de trabajo es “Cristo, rostro del Padre misericordioso” a la luz de la encíclica Laudato Si’, del papa Francisco, y del documento de Aparecida.
Este último documento publicado en mayo de 2007 al concluir la V Conferencia General de América Latina y del Caribe, celebrada en la ciudad brasileña de Aparecida, tuvo entre los principales redactores al entonces arzobispo de Buenos Aires, el actual Pontífice.
Así, este encuentro da la oportunidad de reunirse a las tres principales organizaciones de obispos católicos del hemisferio occidental, para tratar sobre los temas de actualidad y la situación del continente, además de abordar una temática específica en cada edición.
El encuentro ha sido inaugurado por uno de sus organizadores, el presidente de la Conferencia de Canadá, monseñor Douglas Crosby, O.M.I., quien ha saludado este martes a los miembros de las delegaciones participantes, según ha informado el CELAM en su página web.
Entre los relatores estaba el obispo de Buffalo, monseñor Richard Malone, quien ha presentado el documento “Create in me a clean heart. A pastoral response to pronography”, (Dame un corazón puro. La respuesta pastoral a la pornografía) que elaborado por los obispos de Estados Unidos, hace una reflexión teológica sobre la dignidad del ser humano y la belleza de la sexualidad.
Ese mismo día, el obispo de New Orleans, monseñor Gregory M. Aymond, ha realizado un breve informe sobre la importancia de la visita del Romano Pontífice a los Estados Unidos. Después, el padre Jaime Mancera, ha tratado el tema “La Misericordia en la evangelización de la cultura urbana y postmoderna. Dios realiza hoy su salvación en el mundo de la ciudad”.
El sacerdote ha hablado sobre la especificidad de la evangelización en el mundo de la ciudad, mencionando la iniciación cristiana, la formación en la fe, la profundización en la doctrina social cristiana, la animación bíblica de la evangelización, la educación religiosa escolar, la escuela católica y sus proyectos educativos, que deben inculturarse en la diversidad de lenguajes, de procesos de formación, que tengan a los sujetos urbanos como reales interlocutores, no como simples destinatarios pasivos.
En esta misma línea, el cardenal Rubén Salazar, arzobispo de Bogotá, reflexionó sobre la participación de los laicos en la vida pública, en la economía y en la cultura.
La primera Reunión Interamericana de Obispos tuvo lugar en 1967. Tras la exhortación apostólica post-sinodal Ecclesia in America (1999) adquirió el nombre actual. A partir de dicho documento, el primer Encuentro de Obispos de la Iglesia Católica en América tuvo lugar en Vancouver, durante el Jubileo del año 2000.
