(ZENIT – Roma).- El embajador Milos Alcalay, comisionado para asuntos internacionales alcaldía metropolitana de Caracas y ex diplomático de carrera, se encuentra en Roma. Aquí el exponente de la oposición encontrará a personalidades del mundo político y del Vaticano.
“Los Venezolanos estamos muy felices por la elevación del nuevo cardenal Baltasar Porras, he solicitado una visita de cortesía para tener un encuentro con las autoridades del Vaticano, pero como no soy parte del mecanismo de diálogo, sería un solamente a nivel personal” dijo.
El embajador Alcalay, fue nombrado por el alcalde Antonio Ledezma, segunda autoridad del País, elegido en dos mandatos con voto popular, hoy en arresto domiciliario acusado por el gobieno de conspiración y de organizar un supuesto golpe de Estado, sin que se haya hasta el momento realizado un juicio.
El diplomático consideró que el diálogo entre el Gobierno y los representantes de la oposición política es positivo y que “la oposición recibió con entusiasmo que la diplomacia vaticana lleve la negociación de prevención de conflicto”, porque además “queda claro que la oposición quiere una salida democrática y constitucional”. Y porque si la situación se agrava aún más hay un interlocutor válido que es la Santa Sede.
Consideró poco realista el hecho de que en la mesa de diálogo se usen los mismos mecanismos empleados por el Unasur, lo que no dio resultado, y que existe una “urgente necesidad de responder rápidamente al tema de los presos políticos, del referendo revocatorio, a los problemas de soberanía y a la crisis humanitaria”, temas que son puestos en la mesa “de una manera demasiado académica” dijo.
“No rechazamos la diplomacia vaticana, porque tiene todavía mucho que jugar, pero el problema es que en Venezuela hay mucho descontento”, aseguró.
“Como diplomático o ex diplomático creo que no puede haber otro camino que el diálogo para encontrar una concertación. Y no nos olvidemos lo que dijo Mons. Claudio María Celli, lo que fue muy criticado por el gobierno: ‘que si no hay una salida urgente se corre el peligro de un baño de sangre’, porque no son los políticos sino la población la que está sufriendo por falta de alimentos, medicinas, etc.
En cambio consideró negativa la actitud del presidente Maduro, quien afirmó la semana pasada que del Palacio de Miraflores, la casa de Gobierno, ‘no me van a sacar ni con tiros ni con los votos’.
Esto que deja entender la poca disponibilidad de aceptar las dos salidas que le quedan al Gobierno: ‘el referendo constitucional’ aprobado por la actual carta magna redactada por el gobierno bolivariano y al cual el chavismo están oponiendo a través de todos los resquicios legales posibles, o un mecanismo menos traumático que sería “ir a las urnas para modificar la Constitución y poder adelantar el voto”, a lo cual también se oponen.
Sobre las palabras del papa Francisco en el vuelo de regreso del viaje a Suecia, cuando indicó que en la audiencia que tuvo con el presidente Nicolás Maduro, este habló casi todo el tiempo y solamente él le hizo un par de preguntas, señaló que esa actitud del mandatario, “es muy significativa sobre el mandatario”. Lamentó que después del reciente encuentro de Maduro con el Papa, el ministro de información haya difundido la foto de la audiencia anterior, en el 2013, “para dar a entender que el Santo Padre bendecía a Maduro, y no que estaban intentando encontrar un camino acertado”.
Otra situación que consideró desfavorable es que la mesa de diálogo sea encabezada por el mismo Maduro y no por un mediador en su nombre.
El embajador venezolano Milos Alcalay (Foto ZENIT cc)
Oposición venezolana teme que el diálogo con el Gobierno sea 'demasiado académico'
ENTREVISTA al embajador Milos Alcalay, responsable de las relaciones exteriores de la Alcaldía de Caracas