(ZENIT – Ciudad del Vaticano).- El embajador del Estado de Israel ante la Santa Sede, Oren David, en un desayuno de trabajo realizado este miércoles en Roma, ha indicado que el acuerdo diplomático en curso entre el Estado de Israel y la Santa Sede “no será quizás aprobado en este mes, pero en breve” porque “estamos determinados a ir adelante”.
En el evento promovido por el Centro de Estudios sobre Medio Oriente (CEMO) de la española Fundación Promoción Social de la Cultura, el embajador añadió que el segundo encuentro para negociar será en Roma, que las principales cuestiones fueron ya concluidas y que los problemas que quedan son más bien de orden burocrático y técnicos.
Sobre el presidente electo Donald Trump y las relaciones con Israel, el embajador recordó que a través de los años las relaciones han sido siempre muy buenas con todos los partidos o presidentes.
Sobre la propuesta ‘dos pueblos en dos Estados’, el diplomático ha indicado que está plenamente de acuerdo con este objetivo, pero el problema reside en que los palestinos no quieren reconoce la legitimidad del Estado de Israel como un estado judío.
En tema de Medio Oriente y los conflictos de Siria, Libano, Irak y otros, el diplomático señaló que su país no está involucrado para nada con esos conflictos y que hoy existe un cambio de percepción sobre Israel. Al punto que once países del mundo árabe consideraron que Israel es un socio positivo para contrarrestar el terrorismo.
El embajador Oren habló también sobre la resolución de la UNESCO que negó los vínculos entre Israel y el Monte del Templo y consideró que es una afrenta al judaísmo pero también al cristianismo.
Antes de las preguntas de los periodistas y personas presentes, el diplomático ha recordado los orígenes del Estado de Israel, que después de la II Guerra contaba con unos 720 mil habitantes y que hoy tiene más de ocho millones demostrando una muy buena integración.
Señaló además diversos factores positivos del País, como su potencia económica a pesar de no tener recursos naturales, el crecimiento cultural que hoy permite que el idioma hebreo sea una lengua viva, siendo que prácticamente se había perdido. También subrayó los logros en el sector científico y académico, con muchos inventos que fueron compartidos con el mundo; entre ellos los sms, la irrigación por goteo, la desalinización del agua, sistema de energía solar y en la robótica.