(ZENIT – 14 feb. 2018).- El Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA) destinará 3.500 millones de dólares a los fondos destinados a la cooperación, aumentándolos hasta un 10 por ciento.
Este fue el objetivo que se concretó ayer, 14 de febrero de 2018, al concluir la 41º cumbre del Fondo Internacional para el Desarrollo Agrícola (FIDA) en Roma.
Los jóvenes de las áreas rurales son uno de los cuatro objetivos fijados, lo que implica otorgarles más financiación y mejorar sus condiciones de vida, de manera que no emigren y dediquen su empeño a desarrollar la agricultura y a transformarla en una economía dinámica, aspecto fundamental si se quieren alcanzar los objetivos de desarrollo del 2030.
El presidente del FIDA, Gilbert F. Houngbo, durante las reuniones de la 41ª sesión del Consejo de Gobernadores, dirigiéndose a los representantes de los 176 Estados miembros, señaló que “1.200 millones de jóvenes en el mundo viven en áreas rurales de países en vía de desarrollo, quienes son un recurso de esperanza y vitalidad”.
Además porque se evitaría la emigración hacia las áreas urbanas, donde las estadísticas indican que dos de cada tres jóvenes no encuentran ocupación.
El presidente Houngbo señaló también que el FIDA tendrá presente en su labor los “temas relacionados con el clima, la nutrición y las cuestiones de género, esferas que incorporaremos sistemáticamente en nuestra cartera”.
Pequeños agricultores
En la rueda de prensa, Houngbo explicó la importancia de la cofinanciación, porque “por cada dólar que ponemos podemos obtener que el sector privado invierta siete más”. Añadió que está previsto hacer préstamos en proyectos de jóvenes “de hasta un millón de dólares y para microempresas de hasta 25 mil dólares”.
Durante el próximo trienio (2019 – 2021), el FIDA prevé que los proyectos y programas que respalda ayudarán a 47 millones de pequeños agricultores para que aumenten su producción gracias al acceso a la tecnología, financiamientos y conocimientos. Y a 46 millones tener un mejor acceso a los mercados.
Además, 24 millones recibirán capacitación para desarrollar una mayor resiliencia a los efectos del cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos. También 12 millones verán cambios positivos en su nutrición y 44 millones podrán acceder a mejores condiciones económicas.
