(ZENIT – 22 junio 2018).- Francisco respondió en el vuelo papal de vuelta de Ginebra a una pregunta sobre el problema de los refugiados: «El problema de las guerras es difícil de resolver; el problema de la persecución de los cristianos, en Medio Oriente y en Nigeria. Pero el problema del hambre puede resolverse».
«¿Cree que algunos gobiernos instrumentalizan el drama de los refugiados?»: le preguntó Eva Fernández, corresponsal de COPE en el Vaticano, al Papa Francisco en el vuelo papal de regreso de Ginebra, ayer, jueves, 21 de junio de 2018, con motivo del 70º aniversario del Consejo Mundial de Iglesias.
En este contexto, el Papa apuesta por un «plan de inversión, educación y desarrollo para ayudar a los países africanos, por parte de los países europeos, poniéndose de acuerdo los gobiernos para avanzar con esta emergencia».
Inteligencia
«Porque los africanos tienen tantas riquezas culturales, tantas. Y tienen una gran inteligencia: los niños son muy inteligentes y pueden, con una buena educación, ir más allá», asegura el Papa, que pide borrar del inconsciente colectivo el lema de «África es explotada» o «África es para ser explotada».
Muchos gobiernos europeos están pensando en un plan de emergencia para invertir en esos países, invirtiendo inteligentemente, para dar trabajo y educación, estas dos cosas –explicó Francisco–.
Camino a medio plazo
En los países de dónde vienen estas personas porque, sin ofender, pero es la verdad, en el inconsciente colectivo hay un lema desagradable: «África es explotada» – África es para ser explotada. Esto está en el inconsciente: «¡Eh, son africanos! …». Tierra de esclavos. Y esto debe cambiar con este plan de inversión, educación, desarrollo, porque los africanos tienen tantas riquezas culturales, tantas.
Así, el Papa propuso este camino a mediano plazo. «Pero por el momento deben ponerse de acuerdo los gobiernos para avanzar con esta emergencia. Esto, aquí en Europa», aseguró.
Sigue la transcripción de la pregunta completa de la periodista Eva Fernández, y la respuesta del Santo Padre Francisco.
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Eva Fernández: Gracias, Santo Padre. Hemos visto que el Secretario General del Consejo ecuménico de las Iglesias también habló sobre la ayuda a los refugiados. Últimamente hemos visto el incidente del barco «Aquarius» y otros casos, así como la separación de familias en los Estados Unidos. ¿Cree que algunos gobiernos instrumentalizan el drama de los refugiados? Gracias.
Papa Francisco:
He hablado mucho sobre los refugiados y los criterios son los que dije: «acoger, proteger, promover, integrar». Estos son los criterios para todos los refugiados. Entonces dije que cada país debe hacer esto con la virtud del gobierno que es la prudencia, porque un país debe acoger a tantos como pueda y a los que puede integrar: integrar, es decir, educar, dar trabajo… Esto, diría, es el plan tranquilo, sereno de los refugiados. Estamos experimentando una ola de refugiados que huyen de la guerra y el hambre. Guerra y hambre en muchos países de África, guerras y persecuciones en Medio Oriente. Italia y Grecia han sido muy generosas en acoger. Para Oriente Medio, con respecto a Siria, Turquía ha recibido a tantos; Líbano, muchos: el Líbano tiene tantos sirios como libaneses; y Jordania y otros países. Incluso España les ha acogido. Existe el problema del tráfico de migrantes. Y también está el problema de los casos de los que vuelven, de los que deben regresar: … Yo he visto fotos de las cárceles de los traficantes. Los traficantes separan a las mujeres de los hombres: las mujeres y los niños sólo Dios sabe dónde van… Ésto es lo que hacen los traficantes. También hay un caso, que conozco, en el que los traficantes se acercaron a un barco que había recibido refugiados de las pateras y dijeron: «Dennos mujeres y niños y eliminen a los hombres». Ésto es lo que hacen los traficantes. Y las prisiones de los traficantes, para aquellos que han regresado, son terribles, son terribles. A lo largo de la Segunda Guerra Mundial se vieron estas cosas. Incluso mutilaciones, tortura… Y luego arrojan a las fosas comunes, a los hombres. Esta es la razón por la cual los gobiernos se preocupan de que los migrantes no regresen y caigan en manos de estas personas. Hay una preocupación mundial. Sé que los gobiernos están hablando de esto y quieren encontrar un acuerdo, incluso para modificar el Acuerdo de Dublín. En España, habéis tenido el caso del barco que llegó a Valencia. Pero todo este fenómeno es un desorden. El problema de las guerras es difícil de resolver; el problema de la persecución de los cristianos, en Medio Oriente y en Nigeria. Pero el problema del hambre puede resolverse. Y muchos gobiernos europeos están pensando en un plan de emergencia para invertir en esos países, invirtiendo inteligentemente, para dar trabajo y educación, estas dos cosas. En los países de dónde vienen estas personas porque, sin ofender, pero es la verdad, en el inconsciente colectivo hay un lema desagradable: «África es explotada» – África es para ser explotada. Esto está en el inconsciente: «¡Eh, son africanos! …». Tierra de esclavos. Y esto debe cambiar con este plan de inversión, educación, desarrollo, porque los africanos tienen tantas riquezas culturales, tantas. Y tienen una gran inteligencia: los niños son muy inteligentes y pueden, con una buena educación, ir más allá. Este será el camino a mediano plazo. Pero por el momento deben ponerse de acuerdo los gobiernos para avanzar con esta emergencia. Esto, aquí en Europa.
© Traducción de Zenit