(ZENIT – 27 junio 2018).- El Papa Francisco ha saludado esta mañana a los peregrinos de la organización ‘Iniciativa católica para el joven sordo de América’ y a los miembros de la delegación de la organización ‘Olimpiadas Especiales’, que han seguido la audiencia general desde el aula Pablo VI en el Vaticano.
Antes de salir a la plaza de San Pedro, este miércoles, 27 de junio de 2018, el Santo Padre ha querido acercarse a estas personas enfermas y dedicarles unas cálidas palabras de bienvenida, abrazando y besando a muchos de ellos. Desde hace varias semanas, Francisco repite este gesto de cercanía con los más desfavorecidos, momentos antes de celebrar la audiencia general.
Al grupo ‘Iniciativa católica para el joven sordo de América’, el Papa les ha prometido su oración para que la peregrinación que realizan, “Un tiempo para caminar con Jesús”, les ayude a «crecer en el amor a Cristo y a los demás».
«El Señor tiene un lugar especial en su corazón para aquellos que sufren cualquier tipo de discapacidad, y también lo tiene el Sucesor de San Pedro», ha expresado. «Espero que vuestra permanencia en Roma sea espiritualmente enriquecedora y fortifique vuestro testimonio del amor de Dios por todos sus hijos».
‘Olimpiadas Especiales’
Asimismo, Francisco ha dado una especial bienvenida a la delegación de la organización ‘Olimpiadas Especiales’, con motivo del 50 aniversario de su fundación.
Así, Francisco les ha dicho: «El mundo de los deportes ofrece una oportunidad particular para que las personas crezcan en el entendimiento mutuo y en la amistad».
Igualmente, el Papa les ha asegurado que reza «para que esta Llama Olímpica sea un signo de alegría y esperanza en el Señor que otorga los dones de la unidad y la paz a todos sus hijos».
Sobre todos los que apoyan los objetivos de las Olimpiadas Especiales, el Pontífice ha implorado «de corazón» a Dios su bendición. «Que Él os conceda el gozo y la paz», les ha bendecido.
El Papa abraza a una persona discapacitada en el Aula Pablo VI © Vatican Media
Cariñoso saludo del Papa a enfermos y discapacitados en el Aula Pablo VI
Antes de la audiencia general