(ZENIT – 12 sept. 2018).- El Arzobispo Bernardito Auza, Nuncio Apostólico y Observador Permanente de la Santa Sede ante la ONU, dirigió un comentario a un ‘Foro de Alto Nivel Sobre la Cultura de la Paz’ el pasado miércoles, 5 de septiembre de 2018.
El prelado destacó que el mundo permanece en una “guerra mundial fragmentada” que solo puede ser resuelta con compasión y respeto. Estas virtudes –dijo el Arzobispo– pueden realizar “un camino creíble para mantener la paz”, tema de este Foro.
“Un círculo vicioso de violencia”
El Arzobispo Auza comenzó su discurso postulando que una guerra continua “se manifiesta de muchas formas” en todo el mundo y es “clave” identificarlas. Entre las instancias son “conflicto entre y dentro de los estados, terrorismo e ideologías extremistas, violaciones de los derechos humanos y violaciones humanitarias, y devastación del medio ambiente”.
Estos conflictos no son tragedias sin víctimas, el prelado continuó “crean refugiados y migrantes en condiciones sumamente difíciles”. Citando al Papa Francisco, Mons. Auza reafirmó que “este círculo vicioso de violencia se debe romper”.
Obras de paz y compasión
Después de reconocer las dificultades que presentan estos conflictos globales, Mons. Bernardito Auza enfocó sus comentarios a la búsqueda de soluciones. La única forma de romper el ciclo de violencia –dijo el prelado– es “promover y proteger la dignidad de toda la vida humana que debe ser defendida y fomentada para florecer en una cultura de paz y una cultura de encuentro”.
Es este principio –continuó el Arzobispo– el que impulsará a la comunidad global a “expresar una mutua empatía y solidaridad” con las víctimas de la guerra fragmentada que se está viviendo. El prelado enfatizó que no solo habla de una idea abstracta, porque –señala– obras concretas deberían fluir de una “actitud sincera de respeto mutuo y diálogo”.
El Ejemplo de Santa Teresa de Calcuta
El Arzobispo Auza recordó al Foro que estaban reunidos en el memorial de Santa Teresa de Calcuta, mujer reconocida por la ONU como “la paz en este mundo”.
Terminando su discurso, el prelado amonestó al Foro a tomar a Santa Teresa como un ejemplo para redescubrir “los pilares que se refuerzan mutuamente de las Naciones Unidas: el mantenimiento de la paz y la seguridad, el respeto de los derechos humanos del hombre, y el desarrollo para todos”.
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Arzobispo Auza: "Defender toda vida para fomentar la paz"
Foro de la ONU de Alto Nivel sobre la Cultura de la Paz