«México está entre las naciones emergentes en cuanto al don de los misioneros, porque cada vez más fieles de este país se van para llevar la Buena Nueva de Cristo a tierras lejanas», dijo el arzobispo Giovanni Pietro Dal Toso, Secretario Adjunto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos y Presidente de las Obras Misionales Pontificias.
El Arzobispo hizo estas declaraciones en una entrevista, el 2 de octubre de 2018, para la Agencia de Noticias Fides cuando comenzó una visita a la capital mexicana. El arzobispo hizo hincapié en «la presencia de tantos misioneros, sacerdotes, religiosos y religiosas mexicanos, pero también de laicos y familias que abandonan sus tierras para llevar la fe a todas partes del mundo».
La misión no es algo que pertenece al pasado, si no actual, y es un llamado de todos los bautizados: por eso el Papa Francisco siempre habla de «una Iglesia que sale», que significa Iglesia misionera «.
El arzobispo Dal Toso describió su viaje a México, durante el cual ofrecerá algunas conferencias, se reunirá con los obispos y visitará el santuario de Nuestra Señora de Guadalupe.
«El Papa Francisco quiso que toda la Iglesia celebrara un mes misionero extraordinario en octubre de 2019. La Iglesia en México decidió que su celebración se prolongaría por un año entero, lo que indica un Año Misionero especial, y esta es la razón de mi visita aquí», explicó el presidente de las Obras Misionales Pontificias.
También hay eventos importantes para celebrar en México en octubre de 2018, a partir del 50º aniversario de la revista «Ad Gentes», publicada por el PMS de México. De hecho, la apertura del mes misionero involucra a toda la Iglesia local.
La Jornada de apertura se destacará con la presentación de una edición conmemorativa del Magisterio misionero papal contemporáneo, por el Cardenal Carlos Aguiar Retes, Arzobispo de México, y por la bendición de la Biblioteca Misionera Pablo VI, por el Arzobispo Franco Coppola, Nuncio Apostólico.
El arzobispo Dal Toso presidirá la solemne celebración de la Eucaristía en la Basílica de Nuestra Señora de Guadalupe por la tarde, en presencia de todas las autoridades de la ciudad y de una gran asamblea de fieles.
