Francesco Spinelli © Wikimedia Commons

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Francesco Spinelli: "La relación intrínseca que une el culto divino al ejercicio de la solidaridad"

Canonización del beato sacerdote italiano de Milán

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(ZENIT – 14 octubre 2018).- «La relación intrínseca entre el culto divino y el ejercicio de solidaridad y amor fraternal ganado en coherencia y visibilidad», explica el cardenal Becciu en la víspera de la canonización del beato sacerdote italiano de Milán, Francesco Spinelli (1853). -1913).
El cardenal Giovanni Angelo Becciu, prefecto de la Congregación para las Causas de los Santos, presentó la figura de Pablo VI en la rueda de prensa organizada por la Santa Sede en el Vaticano el jueves 10 de octubre de 2018, a las 17 horas, en vista de la canonización de los beatos Pablo VI y Oscar Arnulfo Romero y Galdamez que se celebrarán este domingo 14 de octubre.
Subrayó que la reforma de Pablo VI fue “una” reforma interior “de la Iglesia, orientada hacia la santidad”.
El cardenal Becciu también presentó a otros 5 futuros santos y el cardenal Gregorio Rosa Chávez  presentó al arzobispo Oscar Arnulfo Romero anunciando que el papa Francisco estaba planeando una peregrinación a su tumba el próximo enero en El Salvador, con motivo de su viaje Panamá para la JMJ.
Fue necesario el reconocimiento de un milagro para la canonización del Beato Spinelli (1853). -1913).
AB
Intervención del cardenal Becciu
Sacerdote Francesco Spinelli. Nacido en Milán el 14 de abril de 1853, vivió el período, tan difícil pero a la vez creativo, de la construcción de la nueva sociedad italiana, nacida después de la Unidad. En este contexto eclesial y social, sintió la urgencia de la formación del mundo femenino. Por eso, se dedicó con ahínco a  favor de las niñas más indigentes e, intensificando su compromiso de servir a Cristo en los últimos de la sociedad, dio vida a escuelas, oratorios, asistencia a los enfermos, a los discapacitados, a los ancianos solos. En Roma tuvo la inspiración de dar vida a una comunidad de mujeres jóvenes que consagraron sus vidas al Señor presente en la Eucaristía: de esta manera, adquiría mayor consistencia y visibilidad la relación intrínseca que une el culto divino con el ejercicio de solidaridad del amor fraterno. En 1889, luego de una crisis económica a la que era completamente ajeno, se trasladó  a la diócesis de Cremona. Terminó serenamente su jornada terrenal el 6 de febrero de 1913. Fue beatificado por Juan Pablo II en 1992.
 

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Redacción zenit

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