(ZENIT- 26 abril 2019).- Los atentados de Pascua acaecidos en Sri Lanka han sumido al país en un escenario de miedo e inseguridad. Ayer, 25 de abril de 2019, el Subsecretario del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, Padre Indunil Janakara, habló para Vatican News sobre dicha situación.
Después de que la organización yihadista Estado Islámico reivindicara los ataques el día 23 de abril, según la agencia Efe, las autoridades afirman haber detectado unos 130 sospechosos de relación con dicha organización terrorista, de los cuales 70 ya han sido detenidos.
En relación a todo ello, el Padre Janakara ha señalado que es preciso tener en cuenta que los ataques también han generado prejuicios entre las distintas comunidades religiosas (budistas, hindúes, musulmanas y cristianas) del país. Por ello, el sacerdote ha sostenido que el diálogo interreligioso nunca ha sido tan vital para ayudar a “superar esos prejuicios”, “sanar las heridas” y “construir puentes”. Igualmente, ha manifestado que el consejo al que representa está a disposición de la Iglesia de Sri Lanka para asistirles.
Funerales
De acuerdo a los datos ofrecidos por Matteo Matzuzzi, periodista de Il Foglio, los funerales por los 250 católicos fallecidos en los atentados se han ido desarrollando durante la semana y hasta ayer, 25 de abril. Los obispos auxiliares y sacerdotes se han distribuido a lo largo del país y algunas de las exequias se han realizado en grupo por razones de seguridad.
Por el momento, las iglesias también permanecen cerradas para no poner en riesgo a los sacerdotes y fieles.
Situación de la población
Con respecto a la situación de los ciudadanos de Sri Lanka, el Presidente de la Conferencia Episcopal del país, Monseñor Winston Sebastián Fernando, después de celebrar dos funerales el 24 de abril, declaró para Vatican News: ”Debo decir que agradezco a Dios porque la gente ha respondido a la gracia de Dios y ha permanecido tranquila».
El obispo también ha señalado que existen personas que están enfadadas, pero que, afortunadamente, «los sacerdotes y los religiosos, y también muchos fieles laicos, fueron capaces de motivarlos a aceptar esta situación con calma y sin reaccionar».
En cuanto al número de víctimas, en el recuento de ayer, 25 de abril, el Ministerio de Salud de Sri Lanka indicó que los muertos son 253. Los heridos se cuentan por cientos.