(ZENIT – 5 mayo 2019).- Este domingo, 5 de mayo de 2019, primer día del 29º viaje internacional del Pontífice, a Bulgaria y Macedonia del Norte, se ha celebrado la ceremonia de bienvenida al Papa al país frente al Palacio Presidencial, en Sofía, capital de Bulgaria, y el encuentro con el Presidente de la República Rumen Radev.
A las 10: 40 horas (9:40 horas en Roma), a su llegada al Palacio Presidencial, el Santo Padre ha sido recibido por el Presidente de la República de Bulgaria, Rumen Radev, en la plaza frente a la entrada del Palacio.
Después de los honores militares, la ejecución de los himnos y la presentación de las Delegaciones, el Papa y el Presidente han subido al segundo piso y, después de cruzar la Guardia de Honor, han entrado en la Sala Verde, donde ha tenido lugar la reunión privada.
Rumen Radev es el Presidente de la República desde el 22 de enero de 2017 para un mandato de cinco años. Al final de la reunión, el jefe del estado búlgaro ha presentado al Santo Padre a los miembros de su familia y se han intercambiado unos regalos. Después, el Presidente le ha acompañado a la entrada principal del Palacio Presidencial, donde ha tenido lugar la reunión con las Autoridades.
En la plaza Atanas Burov, el jefe del Estado Vaticano se ha encontrado con las autoridades, la sociedad civil y el cuerpo diplomático de Bulgaria, a las 11:30 hora local (10:30 h. en Roma), y les ha dirigido un discurso.
Regalo del Papa al Presidente
El Papa Francisco ha regalado al Presidente de la República Popular de Bulgaria un marco con la reproducción del Archivo Secreto Vaticano sobre San Juan XXIII.
El Archivo Secreto del Vaticano ha producido en pergamino el breve nombramiento de Mons. Angelo Roncalli como Delegado Apostólico en el Reino de Bulgaria (Informe del 16 de octubre de 1931).
De hecho, Roncalli fue el primer delegado apostólico de Bulgaria desde que en 1925, el Papa Pío XI lo había designado como Visitador Apostólico al país con la tarea, sobre todo, de atender las graves necesidades de la pequeña comunidad católica.
El término inicial se transformó en un mandato de 10 años, durante el cual Roncalli sentó las bases para la fundación de una delegación apostólica, donde ocupó el cargo hasta 1934.
El mismo archivo ha producido un duplicado de una fotografía particular en la que Mons. Roncalli está rodeado por el clero católico y sobre todo clero ortodoxo en Sofía en 1934, en el reverso de que el futuro
Juan XXIII escribió: Sacerdotes y Obispos de rito oriental. Preocupación principal del delegado apostólico.