(ZENIT – 13 mayo 2019).- Con motivo del mes de Ramadán, que este año comenzó el 5 de mayo, y de la fiesta de ‘Id al-Fitr 1440 H. / 2019 A.D, el Pontificio Consejo para el Diálogo Interreligioso, ha enviado a los musulmanes de todo el mundo un mensaje de felicitación titulado Cristianos y musulmanes: promover la fraternidad humana.
A continuación exponemos el mensaje completo publicado el 10 de mayo de 2019 por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
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Queridos hermanos y hermanas musulmanes:
El mes de Ramadán, dedicado al ayuno, la oración y la limosna, es también un mes para reforzar los lazos espirituales que compartimos en la amistad entre cristianos y musulmanes. Me complace, por lo tanto, aprovechar esta oportunidad para deseaross una celebración serena y fructífera del Ramadán.
Nuestras religiones nos invitan a » a permanecer anclados en los valores de la paz; a sostener los valores del conocimiento recíproco, de la fraternidad humana y de la convivencia común; a restablecer la sabiduría, la justicia y la caridad»(ver Documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común, Abu Dhabi, 4 de febrero de 2019).
Nosotros, los musulmanes y los cristianos, estamos llamados a abrirnos a los demás, conociéndolos y reconociéndolos como hermanos y hermanas. De esta manera, podemos derribar los muros levantados por el miedo y la ignorancia y tratar juntos de construir puentes de amistad que son fundamentales para el bien de toda la humanidad. Cultivamos así en nuestras familias y en nuestras instituciones políticas, civiles y religiosas, una nueva forma de vida en la que se rechaza la violencia y se respeta a la persona humana.
Se nos exhorta, pues, a proseguir la cultura del diálogo como medio de cooperación y como método para aumentar el conocimiento mutuo. En este contexto, recuerdo que el Papa Francisco, durante su visita a El Cairo, destacó tres pautas fundamentales para perseguir el diálogo y el conocimiento entre personas de diferentes religiones: « el deber de la identidad, la valentía de la alteridad y la sinceridad de las intenciones«.»(Discurso a los participantes en la Conferencia Internacional por la Paz, Centro de Conferencias Al-Azhar, 28 de abril de 2017).
Para respetar la diversidad, el diálogo debe buscar promover el derecho a la vida de todas las personas, la integridad física y las libertades fundamentales, como la libertad de conciencia, de pensamiento, de expresión y de religión. Esto incluye la libertad de vivir de acuerdo con las convicciones propias, tanto en el ámbito privado como en el público. De ese modo, los cristianos y los musulmanes, como hermanos y hermanas, pueden trabajar juntos por el bien común.
Deseo que el gesto y el mensaje de la fraternidad tengan eco en los corazones de todos aquellos que ocupan cargos de autoridad en los sectores de la vida social y civil de toda la familia humana, y nos lleven a todos a poner en práctica, no simplemente una actitud de tolerancia sino una convivencia verdadera y pacífica.
Con un cordial saludo fraternal, una renovada estima por nuestra amistad y en nombre del Consejo Pontificio para el Diálogo Interreligioso, expreso mis sinceros deseos de un mes fructífero de Ramadán y de un gozoso ‘Id al-Fitr.