(ZENIT – 17 mayo 2019).- La XXIV reunión del Comité Internacional de Enlace Católico-Judío se ha celebrado en Roma del 13 al 16 de mayo de 2019.
El ILC es una asociación entre la Comisión de Relaciones Religiosas con los Judíos de la Santa Sede y el Comité Judío Internacional para Consultas Interreligiosas (IJCIC), la coalición de las organizaciones comunales judías mundiales encargadas de las relaciones oficiales con otros organismos religiosos mundiales. La ILC celebró su primera reunión en 1971 en París, marcando un hito histórico de las relaciones entre las dos religiones después de la publicación de Nostra Aetate, la declaración del Concilio Vaticano II que abrió una nueva era de relaciones entre católicos y judíos.
La reunión estuvo organizada por la Conferencia Episcopal Italiana y la Comisión de la Santa Sede para las relaciones religiosas con el judaísmo y a ella asistieron delegados de numerosas naciones.
En la sesión inaugural, celebrada en el Palacio de la Cancillería, en el corazón de Roma, participaron el primer ministro italiano, Giuseppe Conte, y numerosas autoridades. Los presidentes de los dos organismos que patrocinan el ILC, el cardenal Kurt Koch y el rabino Daniel Polish, pronunciaron sus saludos y explicaron los objetivos y las metas de la Conferencia.
El presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Gualtiero Bassetti, y la presidenta de la Unión de Comunidades Judías Italianas, la Sra. Noemi Di Segni, manifestaron sus mejores deseos, a los que siguieron los de los representantes locales de la Iglesia de Roma y de la Comunidad Judía romana.
La conferencia, titulada «Personas, ideas y fronteras en movimiento», reconoció que nuestras comunidades se ven afectadas por los desafíos de las grandes migraciones de personas que se desplazan de un lugar a otro. También nos desafían las ideologías, las hostilidades y las políticas que han precipitado y acompañado esta catástrofe mundial. La conferencia reconoció las opciones duras y a menudo dolorosas que los responsables políticos, las instituciones de servicios sociales y el liderazgo religioso deben tomar a diario.
El día de apertura brindó la oportunidad de explorar en profundidad el tema de la migración. Los oradores contextualizaron el discurso al enmarcar las diversas respuestas de los gobiernos y cómo ha respondido el sector de las ONG. A veces, el sector de las ONG puede colaborar con agencias y departamentos gubernamentales para que los servicios sean efectivos y se ha desarrollado una estrategia a más largo plazo. En muchos otros casos, el sector de las ONG, que a menudo representa nuestras dos tradiciones de fe, debe trabajar en desacuerdo con las políticas y prácticas gubernamentales para brindar una atención humana y responsable.
Los oradores también pudieron dar ejemplos reales de las formas a menudo heroicas y siempre desafiantes con las que las comunidades católica y judía han respondido con recursos, profesionalismo y creatividad para enfrentar una crisis humanitaria masiva. La crudeza del creciente desafío de las poblaciones que se mueven a través de las fronteras, e incluso dentro de los estados nacionales, demuestra que nuestro importante esfuerzo debe ampliarse y continuar en el futuro. Los delegados reafirmaron el mandato de encontrar formas continuas de abordar los desafíos del movimiento de poblaciones a nivel local, nacional e internacional mucho después de la conclusión de nuestras reuniones.
La ILC ha aprendido la importancia de visitar los lugares para reforzar el marco más académico de los temas. Se dedicó una tarde a una visita al centro de refugiados gestionado y dirigido por la comunidad de Sant’Egidio. Los delegados se enteraron de su metodología para brindar atención e integrar a los inmigrantes en las comunidades en las que trabajan, y de sus esfuerzos para mejorar los sufrimientos de las poblaciones migrantes en peligro a través de los «Pasillos Humanitarios». Estas reuniones informativas fueron seguidas por reuniones directas con refugiados de numerosas naciones en la escuela de idiomas y cultura dirigida por la Comunidad de Sant’Egidio. Los delegados se sensibilizaron aún más a los desafíos: cada migración nacional tiene una historia, calidad y cultura únicas, y al mismo tiempo, hay mucho en común que todos enfrentan en este momento de dislocación.
A mitad de la conferencia, los delegados tuvieron el honor de encontrarse con el Papa Francisco. La audiencia brindó la oportunidad de afirmar, con las palabras del Papa, que «… nuestro rico patrimonio espiritual debe ser cada vez más apreciado, cuanto más crecemos en comprensión mutua, fraternidad y compromiso común». Además, el Papa subrayó la oportunidad y el significado de nuestro encuentro, frente a los desafíos de la migración, del creciente antisemitismo y de la persecución de los cristianos en muchas partes del mundo.
Después del encuentro con el Papa Francisco, los delegados de la ILC se reunieron para abordar los problemas del recrudecimiento del antisemitismo y de la persecución de los cristianos. Los episodios recientes en demasiadas partes del mundo, incluidos los casos en que los terroristas han asesinado a nuestros respectivos correligionarios, subrayan que no se trata simplemente de un caso de estudio sino de un desafío grave e inmediato. Las autoridades de nuestras dos tradiciones religiosas son plenamente conscientes de ello, y nuestros correligionarios a menudo han sido víctimas de ataques a la libertad religiosa en un número creciente de naciones en todo el mundo.
En las dos sesiones sucesivas, se analizaron en profundidad dos ámbitos: el estado de las relaciones entre judíos y católicos en la nación anfitriona, Italia, y la actualización de las relaciones oficiales entre la Santa Sede y el Estado de Israel.
El 50 aniversario de «Nostra Aetate» ha producido nuevas respuestas oficiales, que han elevado e intensificado el diálogo católico-judío. El ILC nació como una respuesta a las grandes aspiraciones de «Nostra Aetate», y esta reunión es la sede adecuada para continuar el diálogo sobre los documentos sea antiguos que recientes. Estos documentos continúan definiendo e influyendo en las relaciones entre católicos y judíos, y su análisis ayuda a definir lo que queda en términos de la colaboración y evaluaciones futuras.
Los delegados establecieron grupos de trabajo para determinar cómo hacer un seguimiento a nivel local y regional de las directrices de las sesiones plenarias. Sus sugerencias se presentaron en la sesión plenaria final.
La conferencia concluyó con la afirmación del extraordinario modelo de comprensión y diálogo interreligioso que ofrece la ILC al mundo en general y, en particular, al mundo religioso. En sus comentarios finales, el cardenal Koch y el rabino Polish subrayaron la profundidad del respeto mutuo y confiaron a los participantes la misión religiosa de proseguir con nuestra sacra tarea.