(ZENIT- 21 mayo 2019).- El Papa Francisco ha pedido la aplicación “completa e inmediata” de la reforma del proceso matrimonial en todas las diócesis durante la apertura de la 73 Asamblea General de la Conferencia Episcopal Italiana, que tiene lugar en Roma, desde ayer, 20 de mayo de 2019, hasta el jueves 23. El tema de este encuentro es “Modalidades e instrumentos por una nueva presencia misionera”.
En su discurso, el Santo Padre también habló sobre la sinodalidad de la Iglesia y la relación entre el obispo y los sacerdotes diocesanos.
Reforma canónica
Según el Obispo de Roma, el impulso reformador del proceso de nulidad del matrimonio canónico, que data de 2015, requiere una conversión de estructuras y personas en la que no se puede admitir que el interés económico de los letrados o el miedo a perder poder por parte de los jueces provoque demoras o restricciones en el desarrollo del cambio.
Además, el Papa resaltó ante los prelados que este proceso de reforma tiene como finalidad manifestar que la Iglesia es madre y se preocupa por el bien de sus hijos, que en este caso han vivido la experiencia de un amor roto.
Proximidad y gratuidad
Francisco explicó que el consabido proceso debe basarse en la proximidad, traducida en que el juicio se celebre en la diócesis sin retrasos ni esperas innecesarias; y la gratuidad, referida al mandato evangélico de dar gratis lo que así se ha recibido, de manera que las personas con menos recursos puedan acceder a él si procede.
Sinodalidad
El Pontífice valoró la decisión de los Obispos de profundizar en el asunto de la sinodalidad durante su Asamblea General, ya que, tal y como se reconoció en la Comisión Teológica Internacional sobre la sinodalidad en la vida y la misión de la Iglesia (2017), “la sinodalidad, en el contexto eclesiológico, indica el modus vivendi et operandi específico de la Iglesia, del Pueblo de Dios que se manifiesta de manera concreta y se da cuenta de su comunión para caminar juntos, reunirse en asamblea y participar activamente en todos sus miembros en su misión evangelizadora”.
Asimismo, Francisco continuó explicando el significado y la vinculación de los conceptos de sinodalidad y de colegialidad. El primero “recuerda la participación de todo el Pueblo de Dios en la vida y misión de la Iglesia” y el segundo constituye “la forma específica en que se manifiesta y se realiza la sinodalidad eclesial a través del ministerio de los Obispos en el nivel de comunión entre las Iglesias particulares en una región y en el nivel de comunión entre todas las Iglesias en la Iglesia universal. Toda manifestación auténtica de sinodalidad requiere, por su propia naturaleza, el ejercicio del ministerio colegial de los Obispos”.
Desde abajo hacia arriba
Igualmente, respecto a un posible sínodo italiano, el Papa aclaró que se debe realizar desde abajo hacia arriba, prestando atención a “la existencia y el buen funcionamiento de la Diócesis: los consejos, las parroquias, la participación de los laicos”. Después de ello, se puede trabajar en sentido contrario.
Relación Obispo- sacerdotes
Por último, el Santo Padre recomendó a los obispos que estuvieran cerca de los sacerdotes, manteniendo una relación sólida basada en el amor incondicional que atestigua Jesús en la Cruz.
Esta cercanía debe demostrarse, dice el Pontífice, “sin discriminación y sin preferencias”. Todos los presbíteros deben sentirse “amados y valorados por ‘su’ obispo”.
Asimismo, Francisco resaltó el hecho de que los sacerdotes son atacados frecuentemente por los medios de comunicación, siendo ridiculizados o condenados por las faltas de otros. Por ello, estos pastores presentan la necesidad de encontrar en el obispo la figura de un padre y un hermano que les anime en los momentos difíciles.