(ZENIT – 30 julio 2019).- El subsecretario para América Latina y el Caribe, Maximiliano Reyes, recibió ayer, 29 de julio de 2019, en la Cancillería, al presidente de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), Mons. Rogelio Cabrera, para dialogar sobre el tema de la migración.
Así lo comunicó ayer, 29 de julio de 2019, la Secretaría de Relaciones Exteriores del Gobierno de México, a través de un comunicado de prensa.
Plan de Desarrollo Integral
En concreto, se abordó el asunto de los proyectos del Plan de Desarrollo Integral (PDI) El Salvador-Guatemala-Honduras-México. Se trata de un conjunto de iniciativas, que ya están en funcionamiento en El Salvador y Honduras, y que presentan el fin de luchar contra las causas estructurales de la migración, a través del desarrollo económico de las zonas más marginadas.
A lo largo de dicho encuentro, los respectivos representantes conversaron sobre la situación de las personas migrantes en México. Tal y como señala el comunicado, el subsecretario subrayó “los esfuerzos que realiza el Gobierno mexicano para garantizar la integridad y dignidad de los migrantes que se encuentran en tránsito” y destacó el trabajo promovido por “las diferentes dependencias con apoyo de la comunidad internacional y el sector privado para mejorar las condiciones de su estancia en México, por medio de la rehabilitación de albergues y estaciones migratorias”.
Igualmente, el texto indica que Maximiliano Reyes describió el propósito de la política migratoria de México: “lograr una migración ordenada, legal, segura y con respeto a los derechos humanos”.
La CEM, por su parte, recientemente ha publicado la carta “Dignidad de los Migrantes”, en la que señalan cinco desafíos pastorales urgentes para una política migratoria justa.
La migración, trabajo común
Ambas partes convinieron mantener los canales de comunicación “abiertos” y continuar mejorando en la coordinación del trabajo común, especialmente en lo referente a la situación de los migrantes y el PDI.
Finalmente, el comunicado del Gobierno manifiesta que sus funcionarios han mantenido varias reuniones con la Iglesia Católica, pues son conscientes de que “el fenómeno migratorio debe atenderse de manera compartida y coordinada”.