Mons. Celestino Aós © Arzobispado de Santiago

Chile: Mons. Aós invita a seguir a Jesús “haciendo el bien a todos”

Toma de posesión como arzobispo de Santiago

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(ZENIT – 13 enero 2020)-. Mons. Celestino Aós animó al laicado a “participar y formarse mejor”, a “participar y ayudar a otros laicos a que se puedan enriquecer con el aporte y testimonio” que cada uno ofrece, pues, “¡Qué bendición, qué modo más hermoso de vivir el ser bautizado, el conocer a Jesucristo y seguirlo tratando de pasar haciendo el bien a todos!”.

El pasado sábado, 11 de enero de 2020, tuvo lugar la Eucaristía en la que Mons. Celestiono Aós Braco tomó posesión del cargo de arzobispo de la Archidiócesis de Santiago, informa el propio arzobispado.

La Misa, celebrada en la catedral metropolitana, estuvo concelebrada por el nuncio apostólico en Chile, Mons. Alberto Ortega, los obispos auxiliares, obispos de otras diócesis, presbíteros y diáconos permanentes.

La voluntad de Dios

Durante su homilía, el prelado describió que “pasamos por días de agitación, de división y ataques (la división, la injusticia, la mentira, la violencia, son contrarios a nuestra condición cristiana, a nuestro compromiso bautismal)”.

Y agregó que “la palabra de Dios nos ha repetido que ‘en cualquier nación, el que lo teme y obra con rectitud es agradable ante Dios. Dios envió su Palabra anunciando a los Israelitas la Buena Noticia de la paz por medio de Jesucristo, que es el Señor de todos’ (Hechos 10, 35-36)”.

En consecuencia, “ningún cristiano puede quedarse de observador, menos aún de censor o de condenador; todos debemos preguntarnos ¿qué es la voluntad de Dios para mí? o con frase más familiar ¿qué haría Cristo en mi lugar?”.

Criaturas nuevas por el Bautismo

En la fiesta del Bautismo del Señor, el obispo capuchino explicó que cada cristiano al bautizarse “entendió cómo se decía sobre nosotros: ‘Este es mi hijo, esta es mi hija’” y “ya nada ni nadie nos quitará esa dignidad, ese carácter: soy hijo amado de Dios”.

También reconoció que “nos desfiguramos con nuestros propios pecados, nos combaten desde fuera con criterios y acciones de violencia, injustica, corrupción, ridiculización”.

No obstante, apuntó que “el Bautismo nos hizo criaturas nuevas (Gal 6, 15), y nos regaló la libertad de los hijos de Dios”, de manera que, “apenas bautizados rezamos con Jesucristo y con la comunidad: Padre nuestro…” y esta será “la oración que nos acompañe porque cada uno debemos encontrar el camino, la vocación personal, y los momentos de Dios que muchas veces no coinciden con nuestros planes”.

Corazón de buen pastor

Después comentó que el obispo “es un cristiano que debe buscar el rostro de Dios, que reza ‘venga tu Reino, hágase tu voluntad’”, que sabe “de dificultades, de cansancios, de soledad y de luz, sabe del misterio terrible del pecado (de los pecados de los fieles y de sus propios pecados); por eso se acoge a la oración de ustedes”.

Ante todo esto, el arzobispo pidió oraciones por él “para que pueda tener un corazón de buen pastor como Jesús Buen Pastor, un corazón para amar y servir a todos por amor a Jesucristo”.

“Libres para amar a todos”

Por otra parte, resaltó las enseñanzas de san Juan, que dijo la gracia y la verdad nos han llegado por Jesús, por lo que “estamos llamados a vivir y conducirnos de modo nuevo, somos libres para amar a todos, incluso a los que nos persiguen y calumnian, como lo hizo Jesús que pasó haciendo el bien a todos”, puntualizó.

Igualmente, el nuevo arzobispo confesó sentirse unido y agradecido al Papa Francisco, a la Conferencia Episcopal de Chile, a los obispos auxiliares, al presbiterio, a los diáconos, religiosos y religiosas, a las familias, a los capuchinos y a la diócesis de Copiapó, donde se inició como obispo.

Vocaciones, jóvenes y familia

Mons. Aós se dirigió después a los sacerdotes y diáconos, en los que desea ver “la presencia y el rostro de Dios, y ayudarles a sentirse personas contentas de su Bautismo, contentos y entusiasmados de su vocación, de su ordenación, de su ministerio sacerdotal”.

Asimismo, se refirió a las vocaciones sacerdotales, diaconales y religiosas, un tema que es “de todos ustedes, comunidades y hermanos”, no solo del obispo y los presbíteros. Y compartió su alegría por haber encontrado jóvenes “que creen en el matrimonio y la familia y se preparan para ello” y matrimonios y familias cristianas “felices de compartir la vida y la fe”.

Niños y mujeres

Para el miembro del episcopado chileno, “cada niño es un tesoro para la familia, para la Iglesia, para Chile. Cada vida, desde su concepción hasta su muerte natural es sagrada y debe ser respetada, acogida, ayudada. Nuestras parroquias y locales y nuestras familias cristianas, deben ser espacios seguros de respeto y crecimiento”.

Del mismo modo, aludió a las mujeres y su compromiso con la vida, pues “valoro toda esa acción, pero valoro principalmente su ser mujer, su aporte femenino, y espero e invito a que podamos seguir colaborando y creciendo como mujeres, como personas, como cristianas”.

Laicado

En cuanto al laicado, el arzobispo destacó que su promoción “no consiste en pelear por puestos o servicios, sino que empieza por aprender a Jesucristo (su vida y hechos, su doctrina,) y por tener experiencia de Jesucristo y de Dios”.

Y los instó a vivir  “el gozo de su Bautismo, traten de poner a Jesucristo en el centro de sus vidas, sean testigos de Jesucristo en sus hogares, en sus barrios, en sus negocios y lugares de trabajo, en las carreteras y en las diversiones, en los hospitales, etc.”.

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Larissa I. López

Larissa I. López es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte, ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en Sevilla, Madrid y Roma.

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