(ZENIT – 23 enero 2020).- En un reciente viaje a Venezuela “hemos visto sacerdotes con los zapatos rotos porque no tienen medio de transporte para llegar a sus comunidades, ni recursos para comprarse unos nuevos”, informa Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) en una nota.
Los sacerdotes en Venezuela sufren, junto al resto del pueblo, el hambre y la necesidad de lo más básico que presenta este país.
El padre Ángel Colmenares es un joven sacerdote que sirve en un barrio pobre de Catia La Mar, en la periferia de Caracas, y constituye un ejemplo de los más de 1.285 sacerdotes apoyados por ACN en Venezuela, a través de estipendios de Misa.
La Iglesia “sufre con su pueblo”
Tal y como declara el padre Ángel en un video de ACN, desde 2014, la situación en el país es muy difícil, “los alimentos y otros bienes se han vuelto tan caros que los venezolanos vivimos en la pobreza”.
El sacerdote indica que la Iglesia “sufre con su pueblo” y, a pesar de la pésima situación, decidió “ser sacerdote para servir a mi país”, pidiendo a Dios que le dé fuerzas “para dar un buen testimonio y permanecer con mi pueblo”.
“Pueden faltarnos los bienes materiales, pero no podrán quitarnos nuestra dignidad”, apunta, y explica, “creo que Dios nunca abandona a sus hijos”, pues “puedo ver reflejado su amor y su obra en la vida diaria de nuestras comunidades”.
Donaciones para “mantener viva la fe”
La fe, continúa el sacerdote, es “nuestra fuerza para perseverar” en estas trágicas circunstancias, “la luz que ilumina el camino”. A pesar de las necesidades, el padre señala que con la ayuda de otras personas, que se puede canalizar a través de la campaña “Sostenimiento de sacerdotes: Estipendios de Misas”, los presbíteros pueden seguir sirviendo a las comunidades cristianas desde la pobreza”, trabajando para “mantener viva esa fe”.
Así lo expresa una feligresa de la parroquia de este pastor: “Sin el sacerdote, no sé cómo podríamos continuar aquí, nos faltaría la poca esperanza que nos queda”.
Con estas donaciones “cubro mis gastos y guardo una parte para otras necesidades de la parroquia o de la gente más pobre. Gracias por vuestro apoyo”, transmite el padre Ángel, animando a las aportaciones.
Situación de Venezuela
Según los datos ofrecidos por ACN, el 15% de la población venezolana, 4.5 millones de personas, han huido del país. El 30% de los niños en el territorio sufren problemas de desnutrición y casi medio millón de personas son enfermos crónicos que no tienen acceso a medicación.
Al mismo tiempo, el sueldo medio en el país al mes son 5 $, mientras que la cesta básica para sobrevivir sería de 300 $. Productos como un cartón de huevos, harina y arroz cuestan 3,5, 1,1, y 1,6 $, respectivamente.
El 60% de los hogares busca alimento en las calles y el 40% de las embarazadas presentan desnutrición aguda.
Otros proyectos de ACN
La Fundación Pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) sirve a la Iglesia católica en su labor evangelizadora, prioritariamente en las comunidades más necesitadas, discriminadas o perseguidas.
Cuenta con 23 oficinas en el mundo desde donde se informa y desarrollan campañas de sensibilización, oración y búsqueda de fondos para dar soporte a esas necesidades pastorales y caritativas de la Iglesia que más sufre.
En concreto, en Venezuela, además de en la citada campaña, obispos, sacerdotes, religiosas y laicos colaboran en proyectos de ACN que incluyen comedores para alimentar a personas en situación vulnerable y ayuda para el sustento de comunidades de religiosas y para la formación de seminaristas, sacerdotes y jóvenes.