(zenit – 12 marzo 2020).- Mons. José Luis Azuaje pidió a Dios que siga ayudando a sus discípulos desde la vida consagrada, religiosa a laical para que el amor en el servicio de acogida y ayuda a los migrantes se viva como una entrega comunitaria de encuentro diario con Jesús, mediante el contacto con el que sufre y lejos de buscar la satisfacción o el reconocimiento personal.
Mons. Azuaje, arzobispo de Maracaibo y presidente de la Conferencia Episcopal de Venezuela, presidió la concelebración eucarística de apertura del Encuentro de Conferencias Episcopales de la región bolivariana, celebrada ayer, 11 de marzo de 2020, en Bogotá, Colombia, informa el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM) a través de una nota.
A la reunión, convocada por el propio CELAM, han asistido representantes de los episcopados de Bolivia, Ecuador, Venezuela, Colombia, así como la Presidencia del CELAM y otros invitados, para reflexionar sobre la crisis migratoria en la región.
Ser servidores de todos
Al reflexionar sobre la Sagrada Escritura, Mons. Azuaje, estableció la relación entre la Cuaresma y este evento, recordando que el Evangelio plantea algunos dilemas que vivimos diariamente: “Igual que en tiempos de Jesús, la vida siempre nos presenta varios caminos que se convierten en opciones para nosotros. Cada ser humano tiene la libertad de elegir uno u otro sendero con las consecuencias que esto implica”, afirmó el prelado.
Con respecto al servicio de la Iglesia a favor de los migrantes, donde se sirve a gente que no se conoce y de la que se ignora por completo su opinión, Mons. Azuaje destacó que es ahí cuando se hace totalmente necesario agradecer a Dios por la oportunidad de ser servidores de todos.
Se trata de servir de forma desinteresada, totalmente apartados de la búsqueda de poder o el reconocimiento de otros, tal como lo pide el Papa Francisco de manera constante, al señalar la ambición y el carrerismo como verdaderos peligros dentro de la Iglesia, indica la nota.
Situación sociopolítica de Venezuela
Después, el doctor en teología y experto del Consejo Episcopal Latinoamericano, Rafael Luciani, presentó un análisis de realidad sobre la crisis sociopolítica en Venezuela y la crisis migratoria que en este momento alcanza dimensiones regionales.
De este modo, citó algunas características sociopolíticas de Venezuela que pueden considerarse como elementos que motivan o propician la migración de sus ciudadanos a otras partes del mundo.
Entre las transformaciones sociopolíticas del país venezolano señaló una noción hegemónica del poder, que busca imponer un proyecto personalista, amplio y que busca mantenerse en el poder por medio de reelecciones indefinidas, así como la sustitución del modelo de la democracia representativa como sistema político por el de democracia participativa pero sin representatividad ni verdadera influencia sobre el progreso de la nación.
Reforma presidencial y propiedad privada
También citó la imposición de un pensamiento único a través de la educación del pueblo caracterizada por la discriminación y la exclusión ideológica hacia los disidentes. Por otro lado, subrayó que la reforma presidencial, por vía de decreto presidencial, de todo el sistema político venezolano hacia el llamado Socialismo del siglo XXI, expresa el talante dictatorial de esta nueva forma totalitaria de ejercer pseudolegalmente la política.
Y se refirió al concepto de propiedad privada, que pretende ser sustituido por el de propiedad colectiva o social. El dueño deja de ser el individuo para que lo sea el Estado, entendido éste como todos los que están dentro y con el proceso revolucionario.
Red Clamor
Según la agencia Fides, además, durante esta jornada se eligió al nuevo secretario ejecutivo de la Red Clamor, lvy Monzant. Esta red eclesial latinoamericana se ocupa de migrantes, desplazados, refugiados y trata de personas.
La Red Clamor está organizada en una asamblea general, una secretaria ejecutiva y unas comisiones de trabajo sobre servicios pastorales, incidencia y comunicación, con el fin de articular el trabajo pastoral que realizan diversas organizaciones de la Iglesia Católica en América Latina y el Caribe.
Pretende ser el rostro de una Iglesia Samaritana que se mueve por la misericordia de Dios que en la persona de Cristo, sale al encuentro de los itinerantes porque reconoce en ellos a nuestros hermanos, apunta la misma fuente.