(zenit – 18 marzo 2020)-. “He pedido al Señor que detuviera la epidemia: Señor, detenla con tu mano. He orado por esto”, confió el Papa Francisco en una entrevista con el diario italiano La Repubblica este 18 de marzo de 2020, tres días después de hacer una peregrinación en Roma, mientras los países se atrincheran ante la propagación del coronavirus Covid-19. Recomienda a las familias confinadas “atención y paciencia”.
El Papa se desplazó a Santa María Mayor el 15 de marzo para rezar a la Virgen María y luego a la Vía del Corso, a la iglesia de San Marcelino para rezar al Cristo.
En este período en que muchos están confinados a sus casas, indica al periódico italiano según una síntesis de Vatican News, “debemos redescubrir la concreción de las pequeñas cosas, de las pequeñas atenciones que hay que tener hacia quienes están cerca, parientes, amigos. Entender que en las pequeñas cosas está nuestro tesoro”. “No desperdiciar estos días difíciles”, exhorta.
Y el Pontífice –respondiendo al vaticanista Paolo Rodari– cita ejemplos: “gestos mínimos, que a veces se pierden en el anonimato de la vida cotidiana, gestos de ternura, de afecto, de compasión, que, sin embargo, son decisivos, importantes. Por ejemplo, un plato caliente, una caricia, un abrazo, una llamada telefónica… Son gestos familiares de atención a los detalles de cada día que hacen que la vida tenga sentido y que haya comunión y comunicación entre nosotros”.
Lenguaje hecho de gestos concretos
En un mundo en el que a veces vivimos en “una comunicación entre nosotros solo virtual”, invita a “descubrir una nueva cercanía”, “una relación concreta hecha de atención y paciencia”. “A menudo las familias en casa comen juntas en un gran silencio que no viene dado por una escucha mutua, sino por el hecho de que los padres ven la televisión mientras comen y sus hijos están en sus teléfonos móviles. Parece que son muchos monjes aislados unos de otros “.
“Escucharnos es importante porque entendemos qué necesita cada uno, sus necesidades, cansancios, deseos”, insiste el Santo Padre, alentando a proteger el “lenguaje hecho de gestos concretos”, lenguaje en el que “el dolor de estos días debe abrirse”.
Encontrar la fuerza en el amor
El Papa Francisco dirige un pensamiento especial a los cuidadores y las familias de los enfermos: “Agradezco a los que se gastan de esta manera por los demás”. También llama a estar cerca de los que han perdido a un ser querido, acompañándolos “de todas las maneras posibles”.
Incluso para el que no ha encontrado a Dios, Francisco afirma, “quien no tienen el don de la fe, puede encontrar su camino allí, en las cosas buenas en las que cree: puede encontrar la fuerza en el amor a sus hijos, a su familia, a sus hermanos”. Uno puede decir: “‘No puedo rezar porque no creo’. Pero al mismo tiempo, sin embargo, puede creer en el amor de la gente que le rodea y allí encontrar la esperanza”.