(zenit – 18 marzo 2020).- Mañana, 19 de marzo, fiesta de San José, el Papa Francisco invita a los italianos a rezar el Rosario a las 21 horas, fiesta de san José, y a pedir especialmente por los enfermos de coronavirus y por los que “arriesgan sus vidas” para curarlos.
Este llamado fue realizado hoy, 18 de marzo de 2020, durante la audiencia general celebrada en la biblioteca del Palacio Apostólico y transmitida en streaming debido a la situación de emergencia por el virus Covid-19.
Rosario en el día de san José
Al final de la audiencia, en su saludo dirigido a los ancianos, enfermos, los jóvenes y los recién casados, Francisco recordó que, efectivamente, mañana se celebra festividad de san José. Sobre él, destacó: “En la vida, el trabajo, la familia, la alegría y el dolor siempre buscó y amó al Señor, haciéndose acreedor de la alabanza de las Escrituras como hombre justo y sabio” e invitó a invocarlo “siempre, especialmente en tiempos difíciles, y encomendad vuestra existencia a este gran santo.”.
Después, el Papa se unió al llamamiento de los obispos italianos que en esta “emergencia sanitaria han promovido un momento de oración por todo el país”. Así, sostuvo que todos los fieles, familias y comunidades religiosas permanezcan “unidos espiritualmente mañana a las 21 en el rezo del Rosario, con los Misterios Luminosos”.
Petición especial a la Virgen
“Al rostro luminoso y transfigurado de Cristo y a su Corazón nos conduce María, Madre de Dios, Salud de los enfermos, a quien nos dirigimos con el rezo del Rosario, bajo la mirada amorosa de san José, Custodio de la Sagrada Familia y de nuestras familias”, continuó el Santo Padre.
“Y le pedimos que proteja de forma especial a nuestra familia, a nuestros familiares, en particular a los enfermos y a las personas que los atienden: los médicos, los enfermeros, las enfermeras, los voluntarios que arriesgan sus vidas en este servicio”, concluyó.
En la catequesis de hoy el Santo Padre reflexionó sobre la quinta bienaventuranza: “Dichosos los misericordiosos, porque ellos alcanzarán misericordia” (Mt 5,7). Así, resaltó la reciprocidad de la misericordia: “No podemos denegar el perdón a quien nos ha ofendido, por muy difícil que sea, porque necesitamos recordar que solo ‘perdonando a los demás, somos perdonados por Dios’”.