(zenit – 30 marzo 2020).- Los obispos de México, a través de la Comisión Episcopal de Liturgia, convocan a los sacerdotes y al pueblo cristiano a realizar una Jornada Nacional Penitencial el próximo 3 de abril de 2020, “Viernes de Dolores”, último viernes del tiempo de Cuaresma previo a la Semana Santa.
Así lo comunicaron desde la propia Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM), el pasado 29 de marzo de 2020, a través de una nota.
Celebración de la Jornada
El episcopado convoca “a vivir toda esta Jornada con un Ayuno (según las disposiciones establecidas) y a participar, por medio de las plataformas digitales, en una Hora Santa Penitencial, en la que, a la luz de la Palabra de Dios que nos llama a la conversión, haremos juntos un acto de contrición perfecta”.
Asimismo, invitan a todos los fieles a “orar, presentándonos delante del Señor y suplicándole su auxilio a Él, nuestro intercesor ante el Padre (1Jn 2, 1-2) en esta grave contingencia que todos sufrimos, con actitud de humildad y confianza, pidiéndole por el perdón de nuestros pecados, para que nos obtenga la salud espiritual y corporal que todos los pueblos necesitamos”.
Los obispos concluyen el comunicado rogando a Santa María de Guadalupe, “salud de los enfermos y refugio de los pecadores, que nos alcance las divinas gracias y promesas de su Hijo Jesucristo”.
Acto penitencial
De acuerdo a un anexo proporcionado por la CEM, el acto penitencial constará de tres partes. La primera es la Exposición del Santísimo y la segunda es la Adoración. En esta última se leerán las lecturas, el salmo y el Evangelio. Después tendrá lugar una homilía, exhortando a la conversión y preparando para el perdón de los pecados.
Una vez concluida la homilía, se procederá a la realización de un examen de conciencia, dividido en bloques por temáticas (“frente a Dios”, “frente al prójimo”, “frente Cristo”) y que cuenta con un total de 29 preguntas sobre las que los fieles deben reflexionar.
Finalmente se procede a una confesión general, preces, un acto de contrición y un agradecimiento a Dios.
La tercera parte del acto penitencial es la Bendición Eucarística, que consta de incensación, oración, bendición y aclamación, así como la reserva del Santísimo Sacramento.