Peces © Flickr

Píldoras de esperanza (16): “Muchachos, ¿tienen algo para comer?”

Viernes de la Primera Semana de Pascua

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Reflexión sobre los Evangelios diarios

Invocamos al Espíritu Santo

Espíritu Santo llena de alegría y paz mi corazón y da sabiduría a mi mente para poder entender la Palabra de Dios. Amén.

Evangelio según San Juan 21, 1-14

Jesús se apareció otra vez a los discípulos a orillas del mar de Tiberíades. Sucedió así: estaban juntos Simón Pedro, Tomás, llamado el Mellizo, Natanael, el de Caná de Galilea, los hijos de Zebedeo y otros dos discípulos. Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “Vamos también nosotros”. Salieron y subieron a la barca. Pero esa noche no pescaron nada.

Al amanecer, Jesús estaba en la orilla, aunque los discípulos no sabían que era él. Jesús les dijo: “Muchachos, ¿tienen algo para comer?”. Ellos respondieron: “No”. Él les dijo: “Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán”. Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla.

El discípulo al que Jesús amaba dijo a Pedro: “¡Es el Señor!”. Cuando Simón Pedro oyó que era el Señor, se ciñó la túnica, que era lo único que llevaba puesto, y se tiró al agua. Los otros discípulos fueron en la barca, arrastrando la red con los peces, porque estaban sólo a unos cien metros de la orilla. Al bajar a tierra vieron que había fuego preparado, un pescado sobre las brasas y pan. Jesús les dijo: “Traigan algunos de los pescados que acaban de sacar”.

Simón Pedro subió a la barca y sacó la red a tierra, llena de peces grandes: eran ciento cincuenta y tres y, a pesar de ser tantos, la red no se rompió. Jesús les dijo: “Vengan a comer”. Ninguno de los discípulos se atrevía a preguntarle: “¿Quién eres”, porque sabían que era el Señor? Jesús se acercó, tomó el pan y se lo dio, e hizo lo mismo con el pescado. Esta fue la tercera vez que Jesús resucitado se apareció a sus discípulos.

Palabra del Señor

¿Qué dice el texto?

Simón Pedro les dijo: “Voy a pescar”. Ellos le respondieron: “Vamos también nosotros”.

Jesús les dijo: “Muchachos, ¿tienen algo para comer?”. Ellos respondieron: “No”.

Él les dijo: “Tiren la red a la derecha de la barca y encontrarán”. Ellos la tiraron y se llenó tanto de peces que no podían arrastrarla.

¿Qué nos dice hoy Dios en este texto?

Es interesante descubrir que aún cuando los discípulos han visto a Jesús resucitado, aún así quieren volver a su rutina cotidiana de pescadores. Y descubren que ni siquiera les va bien en la pesca. Ellos estaban como desanimados, aunque con su fe pascual bien asentada, les faltaba algo. No habían entendido que después de encontrarse con Jesús su vida debía ser diferente.

Posiblemente uno de los signos de sentirnos hastiados de una cuarentena que se prolonga demasiado, es mirar el pasado y querer seguir siendo como éramos antes y hacer lo que hacíamos. Nuestra gran tentación es volver a mirar el pasado con nostalgia en vez de mirar el futuro con nuevas oportunidades.

En este tiempo de reflexión, escuchemos al Señor que nos dice: “Tiren las redes a la derecha de la barca y encontrarán” Yo te invito hoy a que tomes un momento de respiro, que te separes de lo cotidiano que te distrae y con paz y serenidad le pidas al Señor que te guíe para encontrar lo que Él quiere para ti en el futuro. Aprovecha esta oportunidad única que el Señor te ofrece y piensa qué significa que debes tirar las redes del otro lado de la barca de tu vida. Mira cómo será tu futuro y pídele al Señor que te ayude a programarte para que cuando pase la cuarentena seas mejor, más solidario, más humano, más optimista y más cercano al Señor, que es la fuente de nuestra esperanza.

Te sugiero que repitas varias veces en el día de hoy, una parte de la Oración que el Santo Padre Pío de Pietralcina gustaba decir:

Jesús, no me dejes solo.
¡Quédate, Señor, conmigo!

Te invito a conocer más de nuestro trabajo diario sobre la Lectura Orante de la Biblia

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Ricardo Grzona

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