(zenit – 22 abril 2020).- Ante la amenaza sin precedentes y creciente de la pandemia del coronavirus, el cardenal Charles Bo de Yangon (Myanmar) se une al llamamiento del Papa Francisco y del secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, para un alto el fuego mundial.
El presidente de la Federación de Conferencias Episcopales Asiáticas (FABC) lo subrayó en un mensaje del 22 de abril que su eminencia ha proporcionado a la edición de zenit en inglés.
El presidente de los obispos de Asia reconoció la muerte y el sufrimiento en todo el mundo debido a la COVID-19 y la situación en su propio país, el prelado asiático pidió el fin de las hostilidades en todo el mundo.
Sin el cese de los conflictos en todas partes, expone, el sufrimiento de muchos se prolongará en todo el mundo y la sanación se retrasará indefinidamente.
Tras señalar que “las consecuencias de la pandemia son catastróficas para la salud pública y para la vida social y económica”, el cardenal afirmó que “si realmente deseamos que Myanmar emerja como un pueblo unido, pacífico y próspero, ahora es el momento de tomar una decisión rápida, enérgica y respetuosa”.
“Ahora”, indicó, “es el momento para una acción sabia, coherente y orientada al futuro. No es el momento de intensificar el conflicto”. El cardenal Bo lamentó que la crisis que enfrentamos ahora sea global.
“Depongan todas las armas y actos de agresión», apeló, exhortando: “Estén armados en cambio con la sinceridad y la verdad. Tomemos el camino más difícil para superar las diferencias cara a cara con coraje e inteligencia. No escondamos la humanidad detrás de las armas”. “Al final”, dijo, “eso es pura debilidad”.
El cardenal Bo apuntó que los encuentros de Religiones por la Paz han demostrado que el diálogo de forma coordinada entre todas las partes “es posible y fructífero”.
También aseguró que la Iglesia Católica de Myanmar tiene un claro plan nacional de cooperación a nivel local con las autoridades de todos los niveles. “Estamos dispuestos en todo momento a alentar y mediar en un nuevo y oportuno diálogo entre las diversas partes”, recordó el cardenal asiático.