Fiesta del beato Álvaro del Portillo: Conexión online para rezar frente a su tumba

Iglesia de Santa María de la Paz

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(zenit – 12 mayo 2020).- Hoy se celebra la festividad del beato Álvaro del Portillo, primer sucesor de san Josemaría Escrivá, y beatificado en Madrid el 27 de septiembre de 2014.

Con motivo de esta festividad y ante la situación de pandemia mundial, de 18 a 20 (hora de Roma), tiene lugar la transmisión en directo desde la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz, donde reposan los restos mortales del beato.

Esta emisión se realiza a través de la web del Opus Dei y de sus canales oficiales en YoutubeInstagram y Facebook, informan desde la propia página de la prelatura.

Las personas interesadas podrán unirse a ese momento de oración y pedir, como aconsejó recientemente el prelado de la Obra, Fernando Ocáriz, por “las intenciones que el Papa Francisco nos ha transmitido en su carta del 25 de abril (…)” para “seguir pidiendo el fin de la pandemia y la protección de la Virgen por los que más sufren”.

Oración al beato Álvaro

La oración a don Álvaro del Portillo es la siguiente: “Dios Padre misericordioso, que concediste al beato Álvaro, Obispo, la gracia de ser, con la ayuda de Santa María, pastor ejemplar en el servicio a la Iglesia y fidelísimo hijo y sucesor de san Josemaría, fundador del Opus Dei: haz que yo sepa también responder con fidelidad a las exigencias de la vocación cristiana, convirtiendo todos los momentos y circunstancias de mi vida en ocasión de amarte y de servir al Reino de Jesucristo. Dígnate otorgar la canonización del beato Álvaro, y concédeme por su intercesión el favor que te pido… (pídase). Así sea.”

Después, se reza un padrenuestro, avemaría y gloria.

Cripta en Santa María de la Paz

Desde 1994, fecha de su fallecimiento, el beato Álvaro reposa en la cripta de la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz. Inicialmente, san Josemaría fue enterrado en esta cripta el 27 de junio de 1975.

Sobre la losa de mármol se colocó, bajo el sello del Opus Dei, la inscripción: “El Padre”. Tras la beatificación de Escrivá, en 1992, el cuerpo del fundador se trasladó al altar principal de iglesia prelaticia.

Cuando en 1994 fue enterrado allí Álvaro del Portillo, se decidió dejar la inscripción y las fechas de san Josemaría y añadir otra placa en la que puede leerse en latín la siguiente inscripción: “Donde estuvo enterrado el cuerpo de nuestro querido fundador, ahora yace el beato Álvaro del Portillo, obispo prelado del Opus Dei y primer sucesor de nuestro fundador, que vivió desde el 11 de marzo de 1914 hasta el 23 de marzo de 1994”.

Biografía

De acuerdo a la página de la prelatura, Álvaro del Portillo nació en Madrid (España) el 11 de marzo de 1914 en una familia cristiana. Era doctor ingeniero de Caminos y doctor en Filosofía y en Derecho Canónico.

En 1935 se incorporó al Opus Dei y muy pronto se convirtió en la ayuda más firme de san Josemaría,  permaneciendo a su lado durante casi cuarenta años, como su colaborador más próximo.

El 25 de junio de 1944 fue ordenado sacerdote, desde entonces se dedicó enteramente al ministerio pastoral, en servicio de los miembros del Opus Dei y de todas las almas.

En 1946 fijó su residencia en Roma, junto al fundador de la Obra. Su servicio infatigable a la Iglesia se manifestó, además, en la dedicación a los encargos que le confirió la Santa Sede como consultor de varios dicasterios de la Curia Romana y, especialmente, mediante su participación en los trabajos del Concilio Vaticano II.

Primer sucesor de san Josemaría

El 15 de septiembre de 1975 fue elegido primer sucesor de san Josemaría. El 28 de noviembre de 1982, al erigir la Obra en Prelatura Personal, el papa Juan Pablo II le nombró prelado del Opus Dei, y el 6 de enero de 1991 le confirió la ordenación episcopal.

Toda la labor de gobierno de este beato se caracterizó por la fidelidad al fundador y su mensaje, con un trabajo pastoral incansable para extender los apostolados de la prelatura, en servicio de la Iglesia.

En la madrugada del 23 de marzo de 1994, pocas horas después de regresar de una peregrinación a Tierra Santa, el Señor llamó al D. Álvaro. La mañana precedente había celebrado su última Misa en el Cenáculo de Jerusalén.

Ese mismo día, el papa Juan Pablo II acudió a rezar ante sus restos mortales, que ahora reposan en la citada cripta de la iglesia prelaticia de Santa María de la Paz.

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Larissa I. López

Larissa I. López es licenciada en Comunicación Audiovisual por la Universidad de Sevilla, Máster en Artes de la Comunicación Corporativa y Doctora en Comunicación por la Universidad CEU San Pablo de Madrid. Su trayectoria profesional ha transcurrido entre el ámbito de la comunicación y el de la docencia. Como redactora, ha colaborado con medios como Aceprensa, Pantalla 90 o CinemaNet. Como profesora, por su parte, ha impartido clases en la universidad y en centros de FP y bachillerato. En estos últimos realizaba también tareas relacionadas con la comunicación (redes sociales y edición de contenidos). Cordobesa de nacimiento también ha vivido en Sevilla, Madrid y Roma.

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