(zenit – 14 mayo 2020).- La Jornada de oración ayuno y obras de caridad propuesta del Alto Comité para la Hermandad Humana es “plenamente acogida por las instituciones educativas que se unen para hacer de esta ocasión una etapa en la que podamos encomendarnos a Dios, Padre de todos, fuente de vida y esperanza”.
Así lo ha expresado la Congregación para la Educación Católica, en un comunicado, difundido este jueves, 14 de mayo, por la Oficina de Prensa de la Santa Sede.
La Congregación para la Educación Católica renueva su “cercanía” y expresa su “profundo agradecimiento” a las comunidades educativas de las instituciones educativas y universidades católicas que en este período de emergencia sanitaria “están manejando la grave fatiga para asegurar -a pesar de las dificultades del distanciamiento social y humano- el desempeño de sus actividades, para asegurar la conclusión del año en curso”.
El Pacto Mundial sobre la Educación, tan deseado por el Papa Francisco, debía celebrarse el 14 de mayo “para concienciar sobre la responsabilidad en materia de educación, a fin de alimentar el espíritu de encuentro entre generaciones, religiones y culturas, así como entre el hombre y el medio ambiente”, apunta la Congregación. “La tragedia común de la pandemia, que une a todos los pueblos de la Tierra como nunca antes, hace que este llamamiento sea aún más evocador”.
Unir nuestros esfuerzos
Por lo tanto, no hay una solución alternativa: todos estamos llamados a “unir nuestros esfuerzos en una amplia alianza educativa para formar personas maduras, capaces de superar la fragmentación y la oposición y reconstruir el tejido de las relaciones para una humanidad más fraternal” (Papa Francisco, Mensaje para el lanzamiento del Pacto Educativo, 12 de septiembre de 2019).
La propuesta del Alto Comité para la Hermandad Humana de dedicar el 14 de mayo a la oración, el ayuno y las obras de caridad para ayudar a la humanidad a superar la pandemia del coronavirus, a la que se ha adherido el Papa Francisco, es “plenamente acogida por las instituciones educativas que se unen para hacer de esta ocasión una etapa en la que podamos encomendarnos a Dios, Padre de todos, fuente de vida y esperanza”. De la mirada dirigida al único Señor viene el coraje de desarrollar, también a través de la educación, ese movimiento de unidad y solidaridad entre los pueblos, religiones y culturas, que puede generar una humanidad renovada.
Con la firme voluntad de ponernos al servicio de nuestras comunidades, caminemos juntos por los caminos del diálogo y el entendimiento. Al compartir, respetar y acoger a los demás, una nueva humanidad cuidará no sólo de sus hijos sino también de la naturaleza que la rodea y de cuya maravilla se alimenta.
Por último, tenga en cuenta que seguiremos en contacto a través de un momento telemático de profundización del Pacto Mundial sobre la Educación el próximo 15 de octubre de 2020, con el modo remoto y las conexiones de todo el mundo.