(zenit – 10 julio 2020).- Diócesis de países como Nigeria, Sierra Leona, Ecuador y Bolivia han recibido ayuda del Fondo de emergencia en las Obras Misionales Pontificias creado por el Papa Francisco para apoyar a la Iglesia en tierras de misión ante la emergencia del coronavirus,
Así informa la agencia de noticias misionera Fides en una nota en la que se indica que en muchas diócesis de territorios de misión, a las graves consecuencias de la pandemia de COVID-19, de naturaleza sanitaria, social y económica, se han sumado a situaciones ya dramáticas.
Nigeria
Tal es el caso de las diócesis nigerianas, que, efectivamente han solicitado ayuda de dicho Fondo de Emergencia. De acuerdo a la citada fuente, en la arquidiócesis de Kaduna el grave impacto del coronavirus ha aumentado el sufrimiento de la población, ya afectada por los ataques terroristas a las comunidades cristianas que han provocado muertos, heridos y numerosos desplazados internos, así como un clima general de miedo.
Los niños pobres y los vulnerables buscan refugio en las parroquias, pero los sacerdotes no tienen los medios materiales para sostenerlos, ya que sin las celebraciones eucarísticas ni siquiera cuentan con las colectas para su sustento diario.
De este modo, la ayuda enviada por el Fondo servirá para sostener a los trabajadores pastorales y al personal empleado en las parroquias, así como a comprar los kits de protección sanitarios necesarios para hacer frente a la pandemia.
De hecho, en el último mes ha habido un aumento de contagios, pues muchas personas en la región rechazan el confinamiento y el cumplimiento de las normas de prevención debido a la alta tasa de analfabetismo.
Terrorismo
En los últimos años, la diócesis de Maiduguri también ha sufrido graves daños por los ataques de grupos terroristas en Boko Haram que destruyeron alrededor de 300 iglesias y centros pastorales, centros de salud y escuelas, dejando muertos y heridos a su paso, además de causar numerosos desplazados.
En este territorio existe una gran cantidad de viudas, huérfanos y desplazados internos, de los cuales se ocupa la diócesis, que ahora se encuentra a dificultades aún mayores causadas por la pandemia. Por lo tanto, se necesita ayuda para el personal diocesano, el personal médico, los sacerdotes que ayudan a las comunidades en las áreas más remotas y para la compra de material de protección sanitario.
Aislamiento
Osogbo, diócesis rural joven creada en 1995, normalmente obtiene los principales medios de sustento, para sus actividades y para los trabajadores pastorales, de las colectas de la Misa dominical y de otras ofrendas que provienen de la generosidad de los fieles.
Dado que el aislamiento ha cerrado las iglesias y ha detenido las actividades pastorales, la diócesis ha tratado de reducir o eliminar los gastos. No obstante, sigue precisando colaboración externa para garantizar un apoyo mínimo a los trabajadores pastorales y a las comunidades religiosas.
La diócesis de Ilorin, por su parte, cubre igualmente un área rural en su mayoría musulmana, donde los católicos son solo el 4%. Casi todos ellos son campesinos, agricultores, pequeños comerciantes, con un bajo nivel de educación e incluso analfabetos.
Por tanto, las consecuencias del aislamiento hacen especialmente difícil garantizar el apoyo a los trabajadores pastorales, que se dedican generosamente a ayudar y proclamar el Evangelio.
Sierra Leona
De acuerdo al citado comunicado, los fieles de la arquidiócesis de Freetown, en Sierra Leona, como los de todas las regiones en las que se ha decretado el cierre de las iglesias, en los últimos tiempos solo han podido participar en la Misa a través de las retransmisiones de radio e Internet.
De este modo, los cristianos que no han podido reunirse tampoco han podido proporcionar apoyo a sus sacerdotes, religiosos y catequistas dedicados a la promoción humana y la proclamación del Evangelio.
En particular, en esta arquidiócesis necesitan apoyo para las escuelas administradas por la Iglesia, que llevan a cabo un importante trabajo de formación y educación para las generaciones más jóvenes.
Ecuador y Bolivia
Según Fides, en América Latina también existen circunscripciones eclesiásticas confiadas al Dicasterio Misionero donde la Iglesia aún no está lo suficientemente desarrollada debido a las situaciones sociales y económicas locales.
En particular, el Fondo de Emergencia para las misiones ha enviado ayuda al Vicariato Apostólico de Puyo, Ecuador, que se utilizará para sostener el servicio sanitario para la población amazónica, y al Vicariato Apostólico de Beni, Bolivia, una de las áreas más afectadas por el coronavirus.
Además del peligro constante de enfermarse, esta población sufre por la falta de recursos económicos. La Iglesia distribuye alimentos y medicinas a las familias más necesitadas, al mismo tiempo que comparte un momento de oración con ellos, siempre en el respeto de las normas de seguridad sanitaria, explica la nota.