(zenit – 8 agosto 2020).- En el año de la COVID-19, Nicaragua celebra las fiestas patronales de santo Domingo de Guzmán (8 de agosto) de manera especial, con expresiones de fe en los hogares.
El Ministerio de Salud del país continúa reportando menos muertos por coronavirus. Según el último informe oficial, en la semana del 28 de julio al 4 de agosto solamente fallecieron 7 personas.
En contraste, el último informe del Observatorio Ciudadano COVID-19, actualizado hasta el 29 de julio, estima que el país habrían 9044 casos positivos y que unas 2537 personas no resistieron a la enfermedad desde la llegada de la pandemia al país, el 18 de marzo pasado. Estos datos ubican al país con una letalidad del 28.1%, más, 8 veces superior a la oficial.
Una celebración con devoción y creatividad
En este tiempo de crisis sanitaria producto de la pandemia las fiestas patronales deben celebrarse con “devoción y la creatividad”, expresó el cardenal Brenes.
“Les convoco a conmemorar las festividades, desde una verdadera devoción, unidos de forma espiritual y virtualmente a través los medios de comunicación a nuestra disposición”, agregó el purpurado en el documento pastoral: Orientaciones pastorales para las festividades patronales mientras dure la pandemia del coronavirus el cual ha sido bien implementado por los sacerdotes y comunidades parroquiales de ambas parroquias dedicadas a Santo Domingo de Guzmán en Managua.
Desde que se reportaron los primeros casos de coronavirus en Nicaragua, el pasado 18 de marzo, la Iglesia Católica en Nicaragua ha orientado a cancelar misas o celebrarlas con la menor cantidad de feligreses posibles para evitar que más personas se contagien del coronavirus. Sin embargo, el Gobierno de Daniel Ortega se empeña en no atender la crisis sanitaria mundial.
La fiesta más grande y popular en Nicaragua
La celebración en honor a santo Domingo de Guzmán es una de las fiestas más grandes y populares en Nicaragua, miles de devotos en la madrugada de cada 1 de agosto viajan al templo en honor al santo en el sureste de Managua, para participar en la peregrinación anual más grande de Nicaragua. Esta se extiende durante más de 10 kilómetros durante el día hasta el centro histórico de la capital nicaragüense.
El objetivo de la peregrinación es transferir la pequeña imagen de santo Domingo de Guzmán, de unos 18 centímetros de altura, a una parroquia que lleva su nombre en la vieja Managua, donde permanece durante 10 días.
Como es tradición, la música filarmónica establece el tono festivo y los creyentes bailan a medida que avanzan hacia el norte de Managua, alrededor de la imagen, que es sacudida por los cargadores, como un símbolo de alegría.
Los católicos participan en la peregrinación, que paga las promesas a santo Domingo de Guzmán por los milagros recibidos, como salvarlos de una enfermedad mortal, liberarlos de un momento de peligro o de una situación precaria.
Eucaristías y Rosarios para vivir la fe desde el hogar
“Con Santo Domingo de Guzmán al pie de la cruz”
es el lema que la iglesia local ha propuesto a los fieles para recordar que se viven “tiempos de cruz, frase que nos anima a contemplar el rostro que está crucificado, por eso desde nuestra oración y caridad tenemos que orar por quienes sufren” dijo el padre Boanerges Carballo párroco de la iglesia de Santo Domingo en las sierritas de Managua.
Es momento de “agradecerle y de tener una expresión de amor y devoción, por responsabilidad tenemos que hacer las cosas de no exponernos y es por eso que la iglesia como madre nos ha dado una dispensa”, expresó el presbítero Carballo ante la incesante pregunta de los promesantes en las redes sociales de cómo pagar las promesas e invitó a “hacer obras de caridad en la iglesia doméstica que es la familia” expresó.
A través de los medios digitales de la parroquia son llevados el rezo del Santo Rosario y las Eucaristías. A estas acciones litúrgicas se enlazan los medios de comunicación católicos de la Conferencia Episcopal.
