Evangelio. Padre Antonio Rivero

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Evangelio del 27 de septiembre: Reflexión del padre Antonio Rivero

“Obras son amores y no buenas razones”

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Comentario del Evangelio del domingo, 27 de septiembre de 2020, Domingo XXVI del Tiempo Ordinario, escrito por el padre Antonio Rivero L.C. En su columna, el sacerdote reflexiona en torno a la expresión “Obras son amores y no buenas razones”.

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DOMINGO XXVI DEL TIEMPO ORDINARIO

Ciclo A

Textos: Ezequiel 18, 25-28; Filipenses 2, 1-11; Mateo 21, 28-32

Idea principal: No bastan las palabras, lo que cuentan son los hechos.

Resumen del mensaje: Cristo, hablando a los dirigentes de los judíos, que creían que con pertenecer al pueblo elegido de Dios ya estaba todo conseguido, nos habla también a nosotros. Esta parábola vendrá complementada con las próximas de los siguientes domingos: la viña que el dueño tiene que arrendar a otros, y el banquete festivo al que tiene que invitar a otros, ante el rechazo de los primeros invitados. El pueblo elegido no ha sabido ver el día de la gracia, no ha sabido acoger al Enviado de Dios.

Puntos de la idea principal:

En primer lugar, hechos, no palabras. El primer hijo dijo: “Sí, pero no fue”. Jesús critica la hipocresía de los fariseos, y la nuestra, que cuidaban la fachada con mil palabras huecas y altisonantes, pero no los contenidos de su fe. ¿No nos puede pasar también a nosotros lo mismo? Es fácil cuando estamos en la iglesia, cantar salmos al Señor, o contestar “amén” a oraciones y propósitos. Pero luego esa fe, ¿se traduce en obras? Cuántos de nosotros estamos bautizados, hemos hecho la primera comunión, somos casados por la Iglesia, vamos a misa los domingos, llevamos una medalla al cuello, hacemos peregrinaciones a santuarios, rezamos el rosario…pero luego, en la vida, nuestro estilo de actuación no se parece en nada a lo que dicen creer. Pronunciamos el “sí” superficialmente, sin personalidad, por costumbre o por miedo.

En segundo lugar, hechos, no palabras. El segundo hijo, ¿quién es? “Dijo no, pero después fue”. ¡Cuántos estamos también reflejados en ese segundo hijo! Tenemos momentos de rebeldía: rebeldía contra la autoridad paterna o contra superiores o contra la Iglesia o contra Dios mismo. Momentos de desaliento o de berrinche. Momentos de inconstancia y de cansancio. Momentos de irreflexión o de egoísmo. ¿Causas de este cambio de humor? Influencias externas que son auténticas ventoleras ideológicas y éticas; tal vez este hijo del “no, pero sí” no recibió la semilla de la fe en la familia o en la escuela. No sería el modelo para seguir ciertamente este hijo; Jesús no nos invita a imitar a este hijo o a las prostitutas o publicanos, sino a imitar la capacidad que tuvieron de convertirse y cambiar. Si esas personas están por delante en el Reino, no es por lo que habían sido, sino por el cambio que dieron, como el buen ladrón, a última hora, en la cruz.

 Finalmente, hechos, no palabras. El ideal es decir “sí” con convicción y luego ser consecuente y perseverar en el bien. Ya Jesús dijo en otros momentos: “No entrará en el Reino de los cielos aquel que dice Señor, Señor, sino el que cumple la voluntad de mi Padre del cielo…el que cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ese es mi hermano, mi hermana y mi madre…el que edifica sobre roca es el que oye estas palabras y las pone en práctica…que nuestro sí sea si, y nuestro no, no”. Las declaraciones, las promesas y los manifiestos cuestan muy poco. Lo que cuesta es actuar con coherencia. Decir “sí” es sencillo. Pero actuar conforme a ese sí, es otro cantar. Por tanto: Sí, a la voluntad de Dios. Sí, a la verdad, a la castidad, a la obediencia, al respeto, a la caridad. Sí, para ayudar al pobre, al emigrante, al enfermo. Sí, a la oración y al sacrificio. Sí, a los momentos de luz y de oscuridad; de alegría y tristeza, de éxito y fracaso. Y por consecuencia: No, al pecado, y a las manifestaciones del mismo.

Para reflexionar: ¿A cuál de los tres hijos nos parecemos: “Sí, pero no…No, pero sí…Sí y es sí”? ¿A cuál queremos parecernos de hoy en adelante? Pensemos en esto: ¡a cuántos santos y santas veneramos que fueron del “No, pero después fueron”: san Agustín, santa María Magdalena, san Ignacio de Loyola…! Y también tenemos santos del “Sí y fueron”: santa Teresa del Niño Jesús, Teresa de Jesús, san Juan XXIII y san Juan Pablo II…Pero no tenemos santos del “Sí, pero no fue”.

Para rezar: Señor, que en mi vida sepa responderte siempre con un “Sí, con hechos”, y no sólo con palabras lindas y huecas. Tú fuiste del “Sí, y fuiste” a donde te mandaba tu Padre Celestial”. Tu Madre Santísima, también. Trabajaré en la coherencia de vida y contemplaré constantemente tu ejemplo. Amén.

Para cualquier duda, pregunta o sugerencia, aquí tienen el email del padre Antonio, arivero@legionaries.org

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Antonio Rivero

El padre Antonio Rivero nació en Ávila (España) en 1956. Entró a la congregación de los Legionarios de Cristo en 1968 en Santander (España). Se ordenó de sacerdote en Roma en la Navidad de 1986. Es licenciado en Humanidades Clásicas en Salamanca, en Filosofía por la Universidad Gregoriana de Roma y en Teología por la Universidad de santo Tomás también en Roma. Es doctor en Teología Espiritual por el Ateneo Pontificio Regina Apostolorum (Roma) donde defendió su tesis el 16 abril del año 2013 sobre la dirección espiritual en san Juan de Ávila, obteniendo “Summa cum laude”. Realizó su ministerio sacerdotal como formador y profesor de Humanidades clásicas en el seminario en México y España. Fue vicario parroquial en la ciudad de Buenos Aires durante doce años. Durante diez años fue director espiritual y profesor de teología y oratoria en el Seminario María Mater Ecclesiae en são Paulo (Brasil), formando futuros sacerdotes diocesanos. Actualmente es profesor en el Noviciado de la Legión de Cristo en Monterrey (México) y ayuda en el Centro Logos, en la formación de sacerdotes y seminaristas diocesanos. Ha dedicado y dedica también parte de su ministerio sacerdotal a los Medios de Comunicación Social. Ha publicado catorce libros: Jesucristo, Historia de la Iglesia, Los diez mandamientos, Breve catequesis y compendio de liturgia, El tesoro de la Eucaristía, El arte de la predicación sagrada, La Santísima Virgen, Creo en la Vida eterna, Curso de Biblia para laicos, Personajes de la Pasión, G.P.S (Guía Para Santidad, síntesis de espiritualidad católica), Comentario a la liturgia dominical ciclo A, Comentario a la liturgia dominical ciclo B, Comentario a la liturgia dominical ciclo C. Ha grabado más de 200 CDs de formación. Da conferencias en Estados Unidos sobre pastoral familiar, formación católica y juventud. Y finalmente imparte retiros y cursos de formación a religiosas, seminaristas y sacerdotes diocesanos en México, Centroamérica y donde le invitan.

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