(zenit – 11 nov. 2020).- El presidente de los obispos de Italia está muy enfermo con COVID-19, y el Papa Francisco llamó anoche para ver cómo está el cardenal Bassetti.
El Santo Padre llamó a Mons. Marco Salvi, obispo auxiliar de Perugia-Città della Pieve, actualmente en cuarentena por ser positivo al coronavirus, pero asintomático, para saber más sobre la condición actual del cardenal.
La Oficina de Comunicaciones Sociales de la Conferencia Episcopal Italiana publicó el 9 de noviembre de 2020 una actualización sobre el purpurado, cuya condición esta semana se ha vuelto cada vez más grave.
“En las últimas horas, el cuadro clínico del cardenal Gualtiero Bassetti, arzobispo de Perugia-Citta della Pieve y presidente de la Conferencia Episcopal Italiana (CEI), – hospitalizado el 3 de noviembre en cuidados intensivos 2 en el Centro Hospitalario Santa María de la Misericordia -, ha sufrido un súbito empeoramiento”, decía.
Se están haciendo más diagnósticos y se están dando los cuidados adecuados, aseguraba el texto.
“Acompañamos al cardenal presidente con afecto y cercanía”, subrayó, instando: “Pedimos a nuestras iglesias que recen en este momento de prueba”.
“Estamos seguros”, concluyó monseñor Stefano Russo, secretario general de la CEI, “de que al Señor no le faltará misericordia y consuelo para el cardenal y para todos aquellos que han sido duramente probados por la enfermedad. Recordamos también a los médicos, a los agentes sanitarios y a todos los que se ocupan del sufrimiento. Pedimos a todos que compartan esta intención en sus momentos de oración diaria”.
Traducido por Nicolás J. López