(zenit – 9 dic. 2020).- En la audiencia general de esta mañana, el Papa Francisco ha destacado que la “oración cristiana es plenamente humana porque abraza la alabanza y la súplica”, realidad que se encuentra en el Padrenuestro.
Hoy, 9 de diciembre de 2020, el Santo Padre ha presidido la audiencia general en la biblioteca del Palacio Apostólico vaticano, transmitida en directo, de nuevo sin fieles, como medida de prevención frente a la COVID-19, y ha proseguido con la serie de catequesis sobre la oración, bajo el argumento “La oración de súplica”.
En sus palabras en español, el Papa se ha centrado en la oración de súplica de todos los seres humanos como “invocación de ayuda al Señor” que compartimos con toda la creación, que “lleva impreso el anhelo de Dios y ansía alcanzar su realización”. Nuestro consuelo, afirma, “es la seguridad de que Él escucha siempre nuestras súplicas y responde a nuestros ruegos como Padre amoroso”.
Modelo de toda oración
El Pontífice ha señalado el Padrenuestro como “modelo de toda oración”, a través de la que “nos dirigimos a Dios como hijos y con confianza filial le presentamos todas nuestras necesidades”.
En ella, prosigue, suplicamos al Padre tanto “los dones más sublimes, como la venida de su reino y todo lo necesario para acogerlo”, como los “más sencillos, como el pan de cada día, que incluye salud, casa, comida, esenciales para nuestra vida corporal”, y del mismo modo la Eucaristía, “alimento para nuestra vida espiritual”.
Oración humana
Francisco también ha indicado que pedir y suplicar “es algo muy humano”, pues “como creaturas no somos autónomos, sino que dependemos de la bondad del Señor”. Prueba de esto, añade, “es la precariedad de nuestra condición humana, marcada por la enfermedad, las injusticias, la soledad, el sufrimiento”.
Por último, ha subrayado que “cuando parece que todo está perdido, sentimos la necesidad de rezar a Dios”, y la “oración ilumina la oscuridad interior que nos angustia y nos abre a la esperanza”.