(zenit – 23 dic. 2020).- La Universidad Centroamericana (UCA), propiedad de la Compañía de Jesús en Nicaragua denunció este lunes 21 de diciembre en un mensaje que está siendo víctima de represalias y recortes del presupuesto del 6% para las universidades.
La UCA fue fundada un 23 de julio de 1960 por la Compañía de Jesús, desde su creación ha aportado al desarrollo de Nicaragua y ha sido escuela del pensamiento crítico en la historia del país centroamericano.
“Continuará brindando una educación que promueve el pensamiento crítico, y que está al servicio de la fe y la promoción de la justicia”, remarca el mensaje de los jesuitas que desde el estallido social y político de Nicaragua en el año 2018 han sido objetos de descalificaciones y persecución por parte del Gobierno de Daniel Ortega.
La Universidad Centroamericana ha beneficiado a miles de estudiantes de escasos recursos económicos con becas para que puedan desarrollarse profesionalmente, fondos que son asignados por la ley 89 de la autonomía universitaria y creadora del 6% constitucional y que es administrado por el Consejo Nacional de Universidades, CNU.
“Desde el 2018, se han venido efectuando contundentes reducciones, sin ofrecer justificaciones ni explicaciones validas”, denuncian. Al mismo tiempo, agregan que la universidad ha sido objeto de “descalificaciones, represalias y acoso por parte de diferentes instituciones gubernamentales”.
Vigilancia permanente
En el documento enviado a la prensa local y extranjera, la Compañía de Jesús expone que el recinto universitario es “vigilado” de forma “permanente” y son sometidos a fallos “judiciales ilegales, negaciones a atender gestiones de la UCA, y omisión al atender documentos necesarios para operar legalmente”.
La Universidad Centroamericana ha sido uno de los bastiones de rebelión juvenil contra las injusticias de todos los gobiernos que ha habido en Nicaragua. En el 2018 la universidad jugó su rol histórico y según el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independiente (GIEI), en su informe documenta la represión a las protestas ciudadanas en Nicaragua, y asegura que el presidente Daniel Ortega “no solo es responsable político, sino que forma parte del mando institucional”.
El GIEI recomendó al Estado cesar el hostigamiento a defensores de derechos humanos, periodistas y líderes sociales. A pesar de que la violencia ha cesado en las calles del país, aún persisten decenas de denuncias de acoso y agresión a personas que participaron en las masivas manifestaciones antigubernamentales, que dejaron un saldo de más de 300 muertos, según organismos locales.
Llamado a no tener miedo
Monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa, llamó a los nicaragüenses a no tener “miedo” por el futuro de Nicaragua, en referencia a los comicios electorales que se realizará en noviembre 2021 y para los que se necesitan reformas electorales profundas.
“Todos los nicaragüenses en el sí de Dios encontramos la fuerza y la fuente de nuestra liberación, el miedo paraliza inmoviliza, no tengamos miedo, no tengamos miedo a la incertidumbre, no tengamos miedo a la confusión, no tengamos miedo al otro, no tengamos miedo a lo que vendrá, no tengamos miedo por el futuro de Nicaragua, estamos en las manos de Dios y él no sostiene nos conduce en esta historia cargada de quebrantos, crisis, enfermedades y llantos”, expresó Álvarez en su homilía desde la catedral San Pedro.
Además, llamó a la feligresía a no perder la “esperanza” en una Nicaragua en paz y en justicia “una Nicaragua justa con los pobres, una Nicaragua donde las decisiones las tomemos los nicaragüenses, donde no se espere una orden de afuera para actuar, trabajar, producir, construir, una Nicaragua abierta al mundo, todos los que nos quieran ayudar, pero con respeto a nuestros pensamientos, a nuestra identidad, una Nicaragua autóctona”, manifestó.