Por: P. Jorge Enrique Mújica, L.C.
La catedral francesa de Notre Dame fue en 2019 el rostro visible de un hecho que de otro modo no hubiese gozado de notoriedad: los frecuentes percances que sufren diferentes iglesias en Francia. Muy pocos bajo el rubro de “accidente”.
Edouard de Lamaze, presidente del Observatorio del Patrimonio Religioso de París, ha hecho notar por medio de un informe que en Francia un promedio de dos monumentos cristianos son atacados diariamente. Dos de cada tres de esos eventos están relacionados con robos y el resto con profanaciones.
El informe revela datos todavía más llamativos: cada dos semanas se demuele, incendia o destruye un edificio religioso, en su mayoría edificios católicos. El dato contrasta con la cantidad de mezquitas que se construyen: una cada quince días.
De acuerdo a datos del gobierno francés, concretamente de la Unidad Central de Inteligencia Criminal, de 2008 a 2018 se han quintuplicado los ataques contra iglesias o lugares de culto católicos. En 2008 eran 129 actos vandálicos y en 2018 fueron 877.
Otro dato del Observatorio del Patrimonio Religioso de París es el riesgo inminente de que 5 mil edificios católicos desaparezcan en los próximos años, como consecuencia del abandono en que los tiene el gobierno francés, propietario de la mayor parte de las iglesias en Francia tras la expropiación que a la Iglesia se le hizo en diferentes momentos de la historia del país. La última de 1905.