Enrique Villegas
El lunes 26 de abril la juez Sandra Wilkinson abrió el camino a la legalización de la poligamia y el poliamor en Canadá. Tres personas aprovecharon una laguna en la ley para iniciar un proceso de reconocimiento.
Se trata de Bill y Eliza, un matrimonio en el que por mutuo consenso se agrega a Olivia, amante de ambos. Eliza y Bill procrean un niño al que nombran Clark y en el crecimiento de este se involucra Olivia pues por medio de fármacos logra producir leche y así amamanta al bebé. Se llega así al deseo de los padres del niño de que Olivia sea también reconocida como “madre” de Clark y que esto quede recogido en su boleta de nacimiento. Es así que el proceso llega a la Corte de Columbia Británica, una provincia de Canadá.
Aprovechando una laguna en la así llamada Family Act Law, que permite reconocer a tres “padres” si el niño se ha obtenido por fecundación artificial heteróloga, Bill, Eliza y Olivia argumentan que si pueden convertirse en padre quien ha donado gametos, no se entendería por qué no podría reconocerse como tal a quien ha satisfecho cargos típicamente de padres de familia como educar o amamantar a un bebé.
Y es así como la juez Wilkinson llega a concluir: “Las pruebas indican que el legislador había previsto la posibilidad de que un niño pudiese ser concebido a través de una relación sexual y tener más de dos padres. En pobres palabras, el legislador no había contemplado la familia poliamorosa”.
Cada vez se repiten más los casos de este tipo derivados de lagunas jurídicas relacionadas con la fecundación artificial y que conducen más allá de ella: a la regulación de relaciones humanas que exceden el radio de lo que hasta ahora han sido las relaciones conyugales entre dos personas. En este caso particular, se está abriendo las puertas ya no sólo a la poligamia sino incluso al poliamor (relación amorosa entre tres o más personas). Ya en 2018 un tribunal de Terranova había reconocido a dos hombres y una mujer como papás de un menor de edad, sin decir cuál de los dos varones era verdaderamente el papá del niño.
