Por: Valentina di Giorgio
(ZENIT News Agency, 06.07.2021).- Era el 28 de septiembre de 2020 cuando la Santa Sede comunicaba el nombramiento de un visitador apostólico al así llamado Movimento Apostolico vinculado a la señora Maria Marino, supuesta vidente. La visita iniciaría el 13 de octubre del mismo año y concluiría el 17 de abril de 2021. La visita estuvo motivada por cuestiones de carácter disciplinar y doctrinal surgidos a lo largo de los años.
Dos meses después, un decreto de tres cardenales (el de la Congregación para la Doctrina de la Fe, el de la Congregación para el Clero y el Dicasterio para Laicos, Familia y Vida) era leído en la basílica de la Inmaculada Concepción de Catanzaro, en presencia del arzobispo del lugar, para venir a decir una cosa: el Movimento Apostolico quedaba suprimido.
¿Qué era el Movimento Apostolico? Una agregación de fieles que se empeñaba de manera especial en el anuncio y recuerdo del Evangelio de Jesús: “llevar el Evangelio viviéndolo, ofrecer la propia vida en un trabajo de conversión y santificación por la salvación del mundo”.
Surgido el 3 de noviembre de 1979 en Catanzaro y vinculado a la señora Maria Marino, quien lo inspira y funda. Pronto encontró el apoyo del arzobispo del lugar, le fue dotado de unos estatutos e incluso la sra. Marino fue recibida en audiencia privada por san Juan Pablo II. Pronto comenzó a ser fuente de vocaciones que dieron origen al Instituto Secular Maria Madre della Redenzione. La obra se extendió a Suiza, Alemania, Congo, Camerún, Madagascar, India, Benin, Ecuador… Pero el decreto de supresión era tajante: “las presuntas revelaciones que originaron el Movimiento Apostólico a través de la fundadora, la Sra. María Marino, deben considerarse no de origen sobrenatural». Maria Marino es actualmente una mujer de 90 años.