Por: Lym Kim
(ZENIT News Agency, 07.07.2021).- Corea del Norte es uno de los pocos países con los que la Santa Sede no tiene relaciones diplomáticas. Sin embargo, eso no parece ser obstáculo para ver realizado un viaje que está entre los empeños del Papa Francisco: hacer una visita a ese país.
Aunque ya estaba en el radar del episcopado de Corea del Sur (véase “El nuevo encargado de los sacerdotes de todo el mundo se pone como meta llevar al Papa a Corea del Norte”), lo ha puesto nuevamente de relieve el jefe del National Intelligence Services de Corea del Sur, Park Jie-won, al final de una misa celebrada este martes 6 de julio en la iglesia católica de Sanjeong-dong, en Mokpo.
Pero, ¿por qué iría el Papa a Corea del Norte, país donde los cristianos en general sufren una tremenda opresión? En octubre de 2018 el dictador norcoreano envió una invitación al Papa a través del presidente de Corea del Sur. Ante la invitación, “El papa respondió entonces que estaba dispuesto a visitar Corea del Norte en el momento en que recibiera una invitación formal de las autoridades de Pyongyang… Cuando supe de la noticia de la disposición del santo padre me sentí verdaderamente conmovido. Desde entonces rezo constantemente para que la visita del papa a Corea del Norte tenga lugar”, declaró el nuevo prefecto de la Congregación para el Clero, monseñor Lazarus You Heung-sik, de nacionalidad sudcoreana.
La visita del Papa a Corea del Norte se convierte cada vez más en una esperanza para la paz en la península de Corea, territorio que al presente no disfruta de una paz debido a las amenazas de guerra entre las dos Coreas.