Por: Tim Daniel
(ZENIT Noticias / Roma, 13.12.2021).- La noche del 10 al 11 de diciembre, una serie de tornados azotaron seis estados de la Unión Americana, concretamente Arkansas, Illinois, Kentucky, Missouri, Misisipi y Tennessee. Casi un centenar de víctimas es el resultado de pérdidas humanas mientras que las pérdidas materiales suman millones de dólares. De acuerdo a datos del Sistema Nacional de Meteorología hubo al menos 37 informes de tornados.
El Santo Padre manifestó su cercanía por medio de un mensaje que en su nombre envió el Secretario de Estado al presidente de los obispos estadounidenses. En ese mensaje se puede leer:
“El Santo Padre se ha entristecido al conocer el impacto devastador de los tornados que han azotado estos días el centro y sur de los Estados Unidos. Ofrece sus mas sentidas oraciones para que Dios todo poderoso conceda la paz eterna a los fallecidos, el consuelo a los que lloran su pérdida y la fuerza a todos los afectados por esta inmensa tragedia”.
El mismo mensaje añadía: “Con gratitud por los incansables esfuerzos de los socorristas y de todos los que se dedican a atender a los heridos, a las familias en duelo y a los que se han quedado sin hogar, el Papa Francisco invoca sobre todos los que participan en la ingente labor de socorro y reconstrucción los dones del Señor: fortaleza y perseverancia generosa al servicio de sus hermanos”.
Por su parte, los obispos de Estados Unidos declararon que “Es desgarrador ver la destrucción y la devastación provocadas por los tornados que arrasaron el Sur y el Medio Oeste durante la noche. En este tiempo de Adviento, en el que esperamos con alegría el nacimiento de nuestro Señor, rezamos por los heridos, por los que han perdido la vida y por sus familias y comunidades en duelo. Que los afectados por estas tormentas encuentren paz, consuelo y esperanza en nuestra fe y en el amor infinito de Dios. También rezamos por los socorristas y por quienes han comenzado la labor de atender las necesidades de los afectados en estas comunidades en los esfuerzos de recuperación. Encomendamos a todos nuestros hermanos y hermanas en peligro a nuestra Santísima Madre, y le pedimos que siga protegiéndolos y que interceda para consolar a los que sufren”.
Traducciones del original realizados por ZENIT.
