(ZENIT Noticias / Roma, 16.02.2022).- Este 15 de febrero, el Tribunal Constitucional de la República Italiana calificó de “inadmisible” la intención de someter a referéndum una iniciativa que proponía la legalización de la eutanasia en el país. “No se preservaría la defensa mínima constitucionalmente necesaria de la existencia humana”, dijeron los jueces. Pero esta “victoria” legal no cierra la vía parlamentaria aún.
Al respecto se pronunciaron los obispos italianos con este comunicado:
“En la decisión de hoy, el Tribunal Constitucional ha confirmado que la derogación, aunque sea parcial, de la disposición sobre el asesinato de personas con consentimiento es contraria al principio de «protección mínima constitucionalmente necesaria de la vida humana en general, y con especial referencia a las personas débiles y vulnerables». A la espera de la sentencia, nos alegramos de este pronunciamiento. Es una invitación muy clara a no marginar nunca el compromiso de la sociedad, en su conjunto, de ofrecer el apoyo necesario para superar o aliviar una situación de sufrimiento o angustia. El Papa Francisco, durante su audiencia del miércoles 9 de febrero, utilizó palabras claras: «La vida es un derecho, no la muerte, que debe ser acogida, no administrada. Y este principio ético concierne a todos, no sólo a los cristianos o creyentes». Hay que prestar más atención a quienes, en una condición frágil o vulnerable, piden ser tratados con dignidad y acompañados con respeto y amor.
Al sur de Italia, en la isla de Malta, el gobierno rechazó la recomendación de la “comisionada para derechos humanos” de la Unión Europea, Dunja Mijatovic, quien había pedido la liberación del aborto y aplicar restricciones a la objeción de conciencia de los médicos que no quieren practicarlos usando el argumento. Mijatovic calificó la negativa de legalizar el aborto como una tortura. “Aunque Malta está plenamente comprometida con el acceso a la atención sanitaria reproductiva, y está trabajando para mejorar estos servicios […] no está de acuerdo con la interpretación de que el derecho a los servicios de salud sexual y reproductiva incluye un derecho intrínseco al aborto”, dijeron desde el gobierno.
Malta es el único país de la Unión Europea que prohíbe totalmente el aborto. Irlanda e Irlanda del Norte tenían leyes análogas pero en 2018 Irlanda lo posibilitó y en 2019 el Parlamento Británico lo hizo con Irlanda del Norte.