Por: Elizabeth Owen
(ZENIT Noticias / Israel, 02.03.2022).- Este martes 2 de marzo, la Corte Suprema del Estado de Israel falló a favor de cuatro familias palestinas que estaban amenazadas con perder sus hogares en una zona de Jerusalén. Se trata de las familias Al-Askafi, Al-Ja’ouni, Al-Qasem y Al-Kurd las cuales llevaron su caso al Tribunal Supremo tras haber sido víctimas de desalojo luego de un tribunal inferior dictaminara su desalojo forzoso en Sheikh Jarrah.
Las familias antes mencionadas habían recibido de la ONU, a través de la oficina de para refugiados, esas tierras hace 70 años, luego de ser expulsados a la fuerza por colonos israelíes de Haifa, Sarafand y Jaffa.
La Corte ha resuelto temporalmente el desalojo pero queda pendiente el tema de la propiedad. En agosto de 2021 se quiso extorsionar a esas familias al proponerles que serían reconocidos como inquilinos a cambio de que ellos reconociesen la propiedad israelí sobre sus viviendas.
Este fallo afecta otros casos análogos de al menos tres familias palestinas. La ONU ha pedido en repetidas ocasiones que se deje de desalojar forzadamente a familias palestinas de Cisjordania y Jerusalén. El derecho internacional prohíbe traslados a la fuerza de personas protegidas.
De acuerdo al grupo israelí Peace Now: «Esta es una injusticia terrible basada en la explotación cínica de una ley discriminatoria que permite a los judíos ejercer el ‘derecho de retorno’ a la propiedad que perdieron en 1948, a expensas de los palestinos que viven legalmente en la propiedad, mientras que otra ley israelí niega el mismo derecho a los palestinos. Esto es exactamente lo que dice la Mishná: «El que dice: lo mío es mío y lo tuyo es mío, es llamado malvado». El Estado de Israel, que tomó las propiedades de los refugiados palestinos perdidas en 1948, no puede permitir hoy que los colonos tomen de los palestinos las propiedades judías perdidas en 1948 y por las que ya han recibido una compensación. El gobierno puede detener esta evacuación, y debe hacerlo».