Mons. Gustavo Óscar Zanchetta © Diócesis de la Nueva Orán-Salta, Argentina

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Condenan a 4 años y medio de cárcel a obispo Zanchetta, de Argentina

La condena llega después de 4 años de proceso

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Por: Enrique Villegas

(ZENIT Noticias / Buenos Aires, 04.03.2022).- A raíz de la condena a 4 años y medio de cárcel contra Gustavo Zanchetta, obispo emérito de Orán, Argentina, por abusos sexuales y de conciencia contra menores, la Conferencia Episcopal publicó en su web un comunicado que afirma lo que sigue:

“Habiéndose conocido el fallo judicial en el que se condena a Gustavo Zanchetta, Obispo emérito de la Diócesis de San Ramón de la Nueva Orán, queremos manifestar nuestra cercanía con las víctimas y expresarles un fuerte y sincero pedido de perdón en nombre de toda la Iglesia. Estos dolorosos acontecimientos nos renuevan en la tarea comprometida y urgente de erradicar este tipo de conductas abusivas y continuar trabajando arduamente por la implementación de las medidas que la Santa Sede ha pedido a las Diócesis de todo el mundo en la búsqueda de la verdad y la justicia”.

Es previsible que este caso desencadene titulares en los próximos días pues el Papa quiso involucrarse en el pasado. Un poco de la historia la refirió él mismo a la periodista Valentina Alazraki en una entrevista de 2019.

Alazraki le plantea esto:

“Siempre hablando de la falta de información o de que todo no llega, en Argentina, por ejemplo, los medios dicen que habían informado sobre Monseñor Zanchetta, que ustedes aquí en el Vaticano sabían. Lo trajo aquí, lo puso en un lugar que creó prácticamente de la nada para él. Esto la gente no lo entiende”.

El Santo Padre contesta que esto se debe explicar y la periodista le pide que le explique si el Papa quiere. Y el Papa quiso. Así que comienza diciendo: “Entonces, ellos antes que yo le pidiera la renuncia, hubo una acusación y yo inmediatamente lo hice venir a él acá con la persona que lo acusaba y explicarla. Una acusación con teléfono”.

A continuación profundiza del siguiente modo:

“(…) al final la defensa de él es que se lo habían jaqueado, y se defendió bien, entonces frente a lo obvio y una buena defensa queda la duda, pero, In dubio pro reo entonces, bueno, volvé. Y se venía el cardenal de Buenos Aires para que fuera testigo de todo eso. Y lo seguí siguiendo ya de manera especial. Evidentemente que él tenía en su trato, un trato -algunos dicen déspota, mandón, pues, manejo económico de las cosas no del todo claro parece- esto no está probado. Pero ciertamente que el clero se sentía no bien tratado por él. Se quejaron, se quejaron hasta que hicieron como clero una denuncia a la Nunciatura. Yo llamé a la Nunciatura, y el Nuncio me dijo: «Mire, la cosa de la denuncia es seria por maltrato», abuso de poder, podríamos decir, ¿no? Ellos no lo llamaban así pero vamos. Lo hice venir y le pedí la renuncia. Bien clarito. Lo mandé a España a hacer un test psiquiátrico, algunos medios dijeron: «y el Papa le regaló un veraneo en España». Fue a hacer un test psiquiátrico, el resultado del test era dentro de lo normal, aconsejaban el tratamiento del viajero, una vez por mes. Viajar a Madrid a hacerse dos días de tratamiento, entonces no convenía que volviera a Argentina por eso. Entonces lo tuve acá y como el test decía que tenía capacidad de diagnóstico de gestión, bueno, asesor, asesor. Algunos lo interpretaron acá en Italia como un  ‘parcheggio’ (‘estacionamiento’).

La periodista de la cadena televisa le dice entonces: “Y la criticaron porque dijo que lo había hecho bien aquí y lo puso en Apsa”. A lo que el Papa contesta:

“No era así. Económicamente era desordenado, pero mal manejo económico no tuvo por las obras que ha hecho. Era desordenado pero la visión es buena. Y empecé a buscar la sucesión. Una vez que estuvo el obispo nuevo, en diciembre del año pasado decidí hacer la investigación previa de las acusaciones que había. Designé al arzobispo de Tucumán y la Congregación de Obispos me propuso varios nombres, yo llamé al presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, le hice elegir y dijo lo mejor es el arzobispo de Tucumán para esto. Claro, mitad de diciembre Argentina es como mitad de junio acá, o sea, las fiestas y después, enero y febrero es como julio-agosto acá. Pero algo hicieron. La cosa es que ahora hará quince días me llegó. Ya llegó oficialmente la investigación previa. La leí, y vi que era necesario hacer un juicio. Entonces lo pasé a la Congregación de la Doctrina de la Fe, están haciendo el juicio. Entonces, por qué le cuento todo esto: para decirle a la gente impaciente ‘no hizo nada’, el Papa no tiene que andar publicando todos los días lo que está haciendo, pero no me quedé quieto desde el primer momento de este caso. Hay casos que son largos, que esperan más, como éste y explico el porqué, porque no tenía los elementos o por ‘h’ o por ‘b’, pero hoy está ya en juicio en la Congregación para la Doctrina de la Fe. O sea no he parado.

Valentina le comenta que es importante contar esto y el Papa contesta:

“Ahora lo cuento. Pero no puedo a cada rato… pero no he parado. Ahora, en qué va a terminar el juicio… no sé lo dejo en manos de ellos. De hecho al ser obispo tengo que juzgarlo yo, pero en este caso dije no. Hagan un tribunal, dan la sentencia ustedes y la promulgo yo. Porque, en este caso argentino, vio…

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Redacción Zenit

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