(ZENIT Noticias / Kiev, 26.03.2022).- Los greco-católicos ucranianos son la mayor comunidad católica entre las iglesias orientales en comunión con el Papa. Desde el inicio de la invasión rusa, el líder de esta comunidad católica, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, arzobispo mayor de los católicos bizantinos, se quedó en el país. Inicialmente en sótano de la catedral, donde acogió a más personas, fueran o no católicas.
Han pasado los días y durante todo este tiempo Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk ha estado activo, también en su comunicación. A través de mensajes publicados a través de las redes sociales ha ido compartiendo el día a día de su vivir y del modo como suceden los acontecimientos. Pero no se ha quedado en una vivencia digital de la guerra. Dos ejemplos de todo esto, de entre los muchos que se podrían rescatar, es el encuentro que tuvo el pasado miércoles 23 de marzo con el líder de los ortodoxos ucranianos, el Patriarca Epifanio. El encuentro, que se tuvo a solicitud del líder greco-católico, supuso un paso más en la unidad y convivencia de estas dos iglesias de raigambre ucraniano.
En particular, el metropolita Epifanio subrayó “la importancia de la colaboración bilateral entre ortodoxos y greco-católicos en el ayudar al pueblo ucraniano durante la guerra e importancia de la colaboración al interior del cuadro más amplio del Consejo PanUcraniano de las Iglesias y de las organizaciones religiosas, así como en los contactos con figuras e instituciones religiosas extranjeras”.
Ese mismo 23 de marzo, el Arzobispo Mayor de los Greco-Católicos, visitó a heridos de guerra en un hospital de Kiev. “Fue realmente único y profundamente personal: tocar y estrechar la mano de los niños heridos, orar por ellos”, señaló el Jefe de la Iglesia católica en Ucrania.
Su Beatitud Sviatoslav observó cuán importantes eran la bendición y la oración de Dios para los soldados ucranianos. “Esto nos asegura que no están solos en su sufrimiento”, agregó.