(ZENIT Noticias / Kiev, 30.03.2022).- Por la tarde del martes 29 de marzo, el arzobispo mayor de los greco-católicos ucranianos, Su Beatitud Sviatoslav Shevchuk, sostuvo un encuentro virtual organizado por el Pontificio Instituto Oriental.
En la charla que giró en torno al papel de la comunidad greco-católica en el contexto de la guerra, Mons. Shevchuk compartió que hay líderes religiosos en la lista que los soldados rusos tienen para matar. Entre esos líderes está él. Afirmó que incluso hubo infiltrados en la catedral de Kiev, listos para asesinar. “Descubrimos que había personas infiltradas en la comunidad parroquial de la catedral de Kiev que constituían un grupo de asalto preparado para atacar”, dijo. Según la declaración, se habrían infiltrado en el coro y grupos de jóvenes. Pero con una finalidad muy puntual: acabar con vidas humanas concretas pues incluso “Tenían nombres, apellidos y direcciones”.
El arzobispo mayor de los greco-católicos aseguró que la invasión fue un acto “bien planificado”. Y añadió refiriéndose a los ucranianos: «Nadie está preparado para la guerra, excepto los criminales que la preparan y ejecutan».
Ese día de la conferencia online (primer acto público en el que interviene el arzobispo católico, cabeza de la comunidad de rito oriental católica más numerosa), también se entrevistó con el alcalde de Kiev. Según afirmaciones del alcalde, en la capital ucraniana aún hay un millón de personas, lo que supone que dos tercios de la población se han ido. El alcalde también dijo a Su Beatitud: «necesitamos palabras de consuelo y esperanza que sólo la Iglesia puede darnos».
